La búsqueda de un mediocentro que acompañe a Xabi Alonso está generando verdaderos dolores de cabeza en la directiva merengue. Y es que, tras descartar a múltiples objetivos por las complicaciones que arrastraba la negociación (Daniele de Rossi, Steven Gerrard o Javi Martínez), el Real Madrid se decantó por Sami Khedira, un jugador con menor carga mediática y, en principio, bastante más económico.
Sin embargo, con el paso de los días, la contratación del centrocampista alemán se antoja cada vez más complicada. De hecho, el diario As recoge hoy las dos principales trabas que arrastra esta operación. La primera hace referencia a la existencia de un preacuerdo entre el jugador y el Bayern Múnich por el que el internacional se incorporará a la disciplina bávara la próxima campaña, justo cuando concluya su actual compromiso.
Por si fuera poco, el agente del mediocentro, Jörg Neubauer, le ha indicado a la directiva merengue que su cliente cuenta con una interesante propuesta del Chelsea y que también ha llamado la atención de otros importantes clubes europeos.
En realidad, lo único que parece claro es que la entidad de Concha Espina tendrá que sudar tinta para cerrar esta contratación. «Intentamos renovar a Sami hace meses pero no tuvimos éxito. Ahora es el Real Madrid el que oficialmente se ha dirigido a nosotros para mostrar su interés en un traspaso», reconoció Juchen Schneider, director deportivo del VfB Stuttgart, en el periódico Sportmagazin.