Todos conocían su calidad, su capacidad para ejecutar jugadas a balón parado y el crecimiento que estaba experimentando en los últimos años. Sin embargo, el Mundial que ha dejado Keisuke Honda con la selección japonesa, ha significado un impulso definitivo a su carrera, desde ahora, mucho más atractiva para los grandes de Europa. Nada más terminar su cita mundialista, el CSKA se armó de confianza y rechazó una oferta de diez millones de euros que procedía nada menos que de el Milan.
El equipo ruso, consciente de que Honda ha realizado una gran fase final en Sudáfrica 2010, ha reunido a sus principales directivos para unir sus fuerzas e impedir que se disuelva el proyecto que tienen actualmente. La idea pasa por mantener el esquema hasta final de campaña en Rusia (allá por el mes de noviembre) y Honda es parte imprescindible de ese proyecto. Bavayev, director deportivo, aseguró que no se irá ahora.
El Milan deseaba la contratación de la estrella nipona para mejorar su capacidad creativa, uno de sus puntos negros durante los últimos años pero, sobre todo, porque Honda ha demostrado mucha más capacidad de la esperada y supondría un aire renovado por su juventud en un equipo necesitado de nuevas ambiciones.