El equipo Campos-Meta puede tener las horas contadas. Hoy es una jornada clave para su futuro, puesto que en caso de no satisfacer la deuda que mantiene con Dallara, el constructor de sus monoplazas, todo el material parasaría a ser propiedad de Stefan GP, la escudería que aspira a estar en la parrilla de Fórmula 1 el próximo 14 de marzo en Bahrain. Los riesgos que se avistaban sobre la liquidez del nuevo inversor del equipo español, Tony Teixeira, parecen así confi rmarse. El empresario surafricano se ha hecho con el accionariado de Campos-Meta, pero su esperada inyección económica no termina de llegar, así que Dallara ha dado este ultimátum a Adrián Campos. El constructor italiano no está dispuesto a esperar más, sobre todo ahora que ha entrado en escena un comprador para los monoplazas que estaban destinados para Campos. Y es que Zoran Stefanovic, con el apoyo del mismísimo Bernie Ecclestone, sigue firme en su intención de competir en 2010. Ya se ha hecho con la estructura de la extinta Toyota F1 y ahora quiere los chasis que Campos no puede pagar. Mal pinta la cosa