la ABC no ha tenido un buen verano con sus propuestas pero si colocó estas series en verano quiere decir que tampoco confiaba demasiado en ellas.
The Gates creó gran expectación antes de ser emitida porque nos decían que nos iban a sorprender, cosa que nos tendría que haber echo sospechar porque los canales últimamente están haciendo cierto el dicho dime de lo que presumes y te diré de lo que careces. Resultó que la sorpresa no era tal y que estábamos ante una serie que intentaba aprovecharse de la moda de los vampiros y hombres lobo pero que no aportaba nada (y ni siquiera lo intentaba).
El caso de
Scoundrels es diferente porque pasó de puntillas por la parrilla sin que ni público ni crítica le hiciese demasiado caso. Y en el fondo casi mejor porque no dejaba de ser una especie de The Richies pero antes de ir a parar al barrio rico.