Acostumbrada a tirar de músculo y obstinación, la Selección de Alemania ha emergido en Sudáfrica como uno de los equipos con mayor talento de los últimos tiempos.
Uno de los grandes culpables de esta transformación ha sido, sin duda, el joven Sami Khedira (23 años). El centrocampista, de origen tunecino, apareció en el combinado teutón para cubrir la baja del intocable Michael Ballack y su rendimiento ha confirmado que la apuesta de Joachim Low ha sido más que acertada.
Pero el mediocentro, al igual que Mesut Özil o Tomas Muller, no es producto de la casualidad. Su presencia en la convocatoria teutona se fundamenta en su brillante papel con el VfB Stuttgart, escuadra con la que acumula 132 partidos (17 tantos).
De poderoso físico (189 cms., 81 kgs.), el jugador ya había conseguido despertar la curiosidad del Arsenal (ver artículo) y ahora, el diario The Sun indica que el Chelsea estaría dispuesto a gastarse 12 millones de libras (14 M€) en su contratación