Aunque hace días que trabaja desde la sombra, hoy se hará oficial el nombramiento de Sandro Rosell como nuevo presidente del FC Barcelona. Tras concretar su llegada al sillón presidencial, el empresario se reunirá con Pep Guardiola para avanzar en la planificación de la próxima campaña.
De entrada, el técnico le recordará que Cesc Fábregas es una de sus prioridades y que espera un nuevo movimiento de la directiva para acercar esta contratación que se sigue antojando muy complicada. En este asunto, el dirigente espera aprovechar las buenas relaciones que mantiene con la entidad londinense, aunque ya sabe que los gunners rechazaron, casi sin despeinarse, una suculenta oferta de 35 M€.
Además, el mandatario deberá enfrentarse, según Sport, al caso Yayá Touré. El marfileño parecía predestinado a fichar por el Manchester City, pero los acuerdos firmados por la anterior junta directiva caducaron el pasado martes, por lo que Rosell y su equipo de trabajo deberán comenzar las negociaciones desde cero.
Al margen de estos dos asuntos, considerados como prioritarios, el nuevo mandamás culé deberá solventar la salida definitiva de Thierry Henry y aclarar el futuro de dos futbolistas: el sueco Zlatan Ibrahimovic y el mexicano Rafa Márquez.