Desde que los jeques árabes se hicieron con el control del Manchester City, el club inglés se ha caracterizado por gastar dinero en fichajes sin ningún tiempo de miramiento. Lo de cuadrar el balance no iba con ellos.
Sin embargo, en este mercado estival, los skyblues parecen dispuestos a tomarse en serio uno de los aspectos que más suele preocupar al resto de los clubes: obtener beneficios con el traspaso de aquellos futbolistas que ya no cuentan con la confianza del técnico.
De hecho, según relata The Times, los citizens esperan que la operación salida les reporte 80 millones de libras (unos 96 M€), cantidad que, posteriormente, sería utilizada para seguir con la caza de estrellas.
Para alcanzar dichos ingresos, los ingleses han puesto en la rampa de salida al extremo brasileño Robinho, al delantero galés Craig Bellamy e incluso al lateral británico Micah Richards.