La broma que tuvo que aguantar Cesc Fábregas durante los actos de celebración de la Copa del Mundo -esa en la que Carles Puyol y Gerard Piqué le ponían a la fuerza una elástica del FC Barcelona- no es más que el anticipo de lo que le espera al joven jugador.
Y es que, tal y como recogen hoy los diarios deportivos catalanes, el futbolista se mantiene como la casi única obsesión de un cuadro culé que se estruja la cabeza en busca de la fórmula adecuada para arrancar al internacional español del Emirates Stadium.
En las últimas horas ha trascendido que el Barça está dispuesto a olvidar todas las conversaciones precedentes para empezar la negociación con el Arsenal desde cero. Además, la directiva pretende llevar todo este asunto desde la más absoluta cautela, ya que Sandro Rosell considera que radiar los pormenores de un fichaje resulta contraproducente .
Sin embargo, el deseo del presidente azulgrana será difícil de cumplir, ya que hoy mismo el diario Sport sigue dando pistas sobre la actuación del club en este asunto al desvelar los dos factores que podrían facilitar la llegada del mediapunta: la normalización de las relaciones entre ambas entidades tras la marcha de Joan Laporta y el deseo del jugador de recalar en el Camp Nou.