Christian Poulsen, que pudo llegar hace un par de temporadas, o de Filipe Luis, que no fue culé por muy poco la campaña pasada.
En el caso del actual centrocampista de la Juventus, su seguimiento se debe a la posibilidad de que Touré Yaya acabe abandonando el Barça si el club azulgrana recibe una oferta interesante. Entonces, el Barcelona intentará fichar a un pivote que pueda actuar como teórico suplente de Sergio Busquets, un medio con experiencia y que además no salga muy caro. Poulsen tiene ese perfil. Con 30 años, su precio no sería excesivamente elevado (la Juve lo fichó por 10 millones de euros) y la entidad culé cuenta con la baza de Martín Cáceres (cedido en el club bianconero) para entablar la negociación.
En el caso de Filipe Luis, es el actual jugador del Deportivo quien tras su intento fallido la pasada temporada quiere dar el salto a un club grande. Su agente, Manuel García Quilón, ha asegurado públicamente que "el jugador quiere seguir creciendo; es el momento de marcharse del Deportivo". El problema vuelve a ser el mismo que el del año pasado. Augusto César Lendoiro pide 15 millones de euros por él