Fue justo después de que los Celtics impusieran el 0-2 en la final del Este, el martes, en Orlando. El capitán celtic, Paul Pierce, hasta ahora el gran anotador de la serie (50 puntos en dos partidos) se detuvo ante una cámara de televisión y lanzó este reto a quemarropa: "Vamos a casa y vamos a rematar esto en casa".
El desplante de Pierce le ganó las críticas de su entrenador, Doc Rivers. "No me gustó. No hemos ganado nada: ojalá le hubiesen quitado el micrófono antes de las últimas cuatro palabras", dijo el técnico.
En efecto, Orlando llega hoy a Boston como el que sube al cadalso, 0-2 abajo en las finales del Este. Queda esperanza para los Magic: las dos derrotas fueron por un margen combinado de... siete puntos. Pero Orlando promedió 90 puntos en sus dos derrotas en casa: la clave no es Pierce, sino la defensa de los Celtics.