Los números hablan por él -tercer jugador más valorado de la ACB, único nacional junto a Navarro (10º) en el Top-10-, pero no sólo los números. La afición se vuelca con Carlitos, la directiva hará "lo imposible" por renovarle y los rivales elogian su capacidad "para hacer de todo". Carlitos es Suárez, o lo que es lo mismo, uno de los principales culpables de que el Asefa Estudiantes mire hacia los playoffs cuando las dos últimas temporadas, a estas alturas, hablaba de descensos y partidos a vida o muerte.
La madurez de Suárez (Aranjuez, Madrid, 23-05-1986) le hace aspirar a una de las plazas de alero en la Selección española que participará en el Mundial de Turquía del próximo verano. La última palabra la tiene Sergio Scariolo, eso es obvio, pero los números de Carlos alimentan aún más el debate: ¿Mumbrú, Claver, San Emeterio... Suárez? Él, humilde incluso en día de descanso (ayer, tras sumar ante el Lagun Aro la décima victoria consecutiva en casa), resopla cuando se le pregunta si tiene en regla el pasaporte para Turquía. "¡No sé ni dónde lo tengo! Estar en el Mundial sería un sueño, pero es muy difícil. Yo me centro sólo en este final de temporada regular". Poco a poco, Suárez y sus compañeros del Estu hablan por fin de playoffs: "No podemos elegir quién nos toca; hay que ganar todos los partidos y nada más. Si es con el Real Madrid (actualmente sería así el cruce), tendría un morbo añadido. Pero aún queda camino por delante".
Dice tener "mucha confianza por los minutos, por el respaldo de Casimiro y los compañeros", quiere "jugar en Europa con el Estu" y cree que la regularidad quizá se debe "a que la rodilla no da la lata" y a que es "un poco más mayor". A punto de cumplir 24 años es un poco más mayor y bastante más bueno. Habrá que ver si lo suficiente para que Scariolo lo incluya en el ilusionante viaje a Turquía. Allí defendemos oro.