Su regreso es altamente improbable, pero nunca se puede decir jamás". Sabine Kehm, responsable de prensa de Michael Schumacher no descarta por completo la vuelta a las carreras del heptacampeón con Mercedes. Esta posibilidad fue destapada ayer en la BBC por el deslenguado y bien informado Eddie Jordan, ex propietario de la escudería y colaborador de la cadena. El irlandés está convencido de que esta historia puede salir adelante: "El fichaje se está persiguiendo con ahínco y es algo que creo va a llegar a buen puerto. Todo comenzó con un encuentro en Abu Dhabi entre Michael, Ross Brawn y el jefe ejecutivo de Mercedes, Dieter Zetsche".
Desde la multinacional alemana no se niega el interés por ficharle. A Michael, que volvería con 41 años, tampoco le disgusta la idea y su contrato, tal y como les adelantamos en AS, ya no tiene nada que ver con el equipo de Fórmula 1. Es embajador, asesor y piloto de pruebas del departamento de coches de calle. Y cumplirá sobre todo labores de imagen. Schumi haría una temporada de transición y despedida antes de que la escudería de la estrella se lanzara a por Vettel (con contrato hasta finales de 2011). Jordan no ve que haya ningún problema: "Por el momento no es posible para Michael pilotar para Mercedes por su contrato de asesor con Ferrari. Pero creo que él quiere encontrarse con Montezemolo para que se lo rescindan. Y le dejarían por los intereses de la F-1. Esto es algo que se está planeando en este momento. Creo que Ross y Michael se han visto en los últimos tiempos y a Schumacher le gustaría la idea de volver a trabajar con Brawn".
Jordan, el hombre que hizo debutar a Michael en la F-1 en 1991, apunta motivaciones sentimentales: "A Schumacher le decepcionó profundamente no poder sustituir a Massa. Está listo para volver a competir. Es un sueño para ambas partes".