Los españoles Daniel Pedrosa (Honda RC 212 V), Héctor Barberá (Aprilia) y Julián Simón (Aprilia) cerraron la temporada con sendas victorias en sus respectivas cilindradas del Gran Premio de la Comunidad Valenciana de motociclismo que se disputó en el circuito de Cheste.
A las victorias de ellos hubo que sumar el tercer peldaño del podio de Pol Espargaró en los 125 c.c., el segundo de Álvaro Bautista en los 250 c.c. o la tercera plaza de Jorge Lorenzo en MotoGP, todo un éxito para la representación española en la última carrera de la temporada 2009.
Desde el Gran Premio de Inglaterra de 2006, que se disputó en el circuito de Donington Park, no se había conseguido una triple victoria del motociclismo español.
Simón fue el primero en arrogarse ese protagonismo al superar en una intensa lucha hasta el último metro, como ya ha sucedido en las anteriores carreras, a su propio compañero de escudería, el británico Bradley Smith (Aprilia).
El británico salió muy nervioso a la pista como consecuencia de los problemas para que su moto arrancase, pero lo consiguió a tiempo de tomar la salida, en la que fue el más rápido, aunque cuando Simón superó a los rivales que se anticiparon en ese momento la batalla de ambos estuvo servida hasta la bajada de la bandera de cuadros.
En el último giro tanto Simón, que se puso líder en el vigésimo primer giro al aprovechar un error de Smith, como el británico, se prodigaron en sus adelantamientos pero el acicate de vencer en casa fue demasiado para Simón, que doblegó a su rival con claridad en los metros finales.
No exenta de sorpresas estuvo igualmente la prueba del cuarto de litro, en la que el japonés Hiroshi Aoyama (Honda) y el italiano Marco Simoncelli (Gilera) se jugaban el título mundial y éste acabó recayendo en quien más opciones tenía de lograrlo, el nipón.
El liderato inicial fue para un pletórico Héctor Barberá (Aprilia), que tuvo que ceder el mismo al italiano Marco Simoncelli, ávido de victoria pues ese era el único resultado que le permitía aspirar al título mundial y todo con una costilla rota la semana pasada mientras montaba en "karts".
Simoncelli comenzó a tirar con fuerza para intentar escaparse y Aoyama se percató de ello e intentó seguirlo, pero cometió un error que le hizo salirse de pista al final de la recta de meta, si bien evitó la caída y pudo continuar.
Entró undécimo y remontó hasta la séptima plaza, pero el resultado ya era lo de menos pues la obsesión por vencer le hizo cometer a Marco Simoncelli su enésimo error y lo pagó con una caída sin solución de continuidad que le dejó en bandeja la victoria a Héctor Barberá, el único que le pudo seguir.
Si Aoyama y Simoncelli se equivocaron en sus intervenciones en Valencia, qué se puede decir del garrafal error del australiano Casey Stoner en MotoGP.
EL piloto de la Ducati Desmosedici dominó todos los entrenamientos con mano de hierro y todo hacía presagiar una victoria sin paliativos, pero se cayó en la vuelta de calentamiento de la carrera y de lo que pudo ser su dominio insultante se pasó al de otro piloto: Daniel Pedrosa.
El piloto de Honda, auténtico especialista en hacer salidas, no falló en ese momento, sabedor de que a su derecha no había nadie y tiró con fuerza. Ahí se acabó la carrera.
Pedrosa logró una ventaja suficiente para adjudicarse su segunda victoria de la temporada y el italiano Valentino Rossi y el español Jorge Lorenzo, los pilotos oficiales de Yamaha, se tuvieron que conformar con acompañarle en el podio.