No ha logrado reivindicar el porqué de su prematuro fichaje por un gigante como el Chelsea hace ya tres años porque, además, en todas las cesiones vividas hasta ahora, Franco Di Santo no ha mostrado su supuesto potencial. Sin embargo, en la Premier siguen confiando en sus cualidades y el Wigan lo ha contratado por tres años tras alcanzar un acuerdo con los Blues, que pretendían sacárselo de encima.
El mendocino firmó contrato por los Latics, dirigidos por el técnico español Roberto Martínez, y buscará regularidad tras un año cedido en el Blackburn Rovers donde apenas jugó 15 partidos como cedido. Ahora se une a un equipo donde no se sentirá extraño pues Mauro Boselli, el colombiano Hugo Rodallega, el hondureño Maynor Figueroa y el paraguayo Antolín Alcaraz comparten su mismo lenguaje, lo que le hará adaptarse rápidamente.
El propio Roberto Martinez destacó que "Di Santo puede alcanzar su potencial y le dará una dimensión diferente al equipo", asegurando que por su juventud y su potencia en ataque (no hay que olvidar que es corpulento y ya sabe el estilo de la Premier), será un jugador que podrá generar otro tipo de alternativas ofensivas.