Daniel Luque ha salido en hombros en el noveno festejo de la Feria de Albacete después de cortar una oreja de cada uno de sus toros de Capea por dos faenas que aunaron muchas virtudes y vislumbraron su proyección. El Fandi paseó igualemente una oreja del quinto, el mejor toro del sexteto mientras Rivera, que se atascó con la espada en sus dos toros, fue pitado.
Luque ha caído de pie en su debut en el coso manchego. Primero cortó una oreja de peso al tercero tras una faena asentada y con empaque ante un toro bajo pero serio que tendió a meterse por dentro y al que el sevillano se impuso con naturalidad, torería y mando. El sexto, lavado de cara pero con 623 kilos, tuvo guasa por el izquierdo y resultó algo más franco por el derecho. Aprovechó ese resquicio el torero que se fue haciendo poco a poco con él hasta acabar toreando casi a placer.
El Fandi por su parte anduvo queriendo con el segundo, un toro que apretó por los dos pitones y al que el granadino pasaportó con más solvencia que lucimiento. El quinto tuvo tranco y recorrido y a la buena condición del toro respondió el torero con un toreo templado y reposado que fue bien acogido.
Francisco Rivera Ordóñez ha pasado a la enfermería tras estoquear al primero, toro con más kilos que remate que le propinó un pitonazo en la barbilla en el momento de clavar el tercer par de banderillas. El astado embistió a media altura y Rivera se limitó acompañar el viaje. Tras dar muerte al astado con más dificultades de las previstas le fue colocado un apósito en la enfermería. El cuarto tuvo cierta nobleza pero escaso celo y la labor del torero careció de relevancia. Volvió a pinchar en exceso y el público se lo recriminó.
Plaza de toros de Albacete. Novena de feria. Tres cuartos de plaza en tarde entoldada. Toros de Pedro y Verónica Gutiérrez, tercero y quinto con el hierro de Carmen Lorenzo, de distinto juego. Destacó el quinto.
Rivera Ordóñez, pitos tras aviso y silencio.
El Fandi, ovación y oreja tras dos avisos.
Daniel Luque, oreja en ambos