El nuevo proyecto del Málaga con la llegada de dinero que debería tranquilizar el futuro del club, ha dado alas pero también ha crecido la competitividad en el vestuario. La plantilla supuestamente mejorará globalmente y, por tanto, muchos jugadores no seguirán al quedar descartados. Jesualdo Ferreira ha sido tajante e este sentido y sabe que, al igual que necesita algún refuerzo más, no quiere exceso de jugadores.
Jordi Pablo, Benachour, Edu Ramos, David González y Toribio son los descartes que ya ha evidenciado en los últimos días el míster. Estos jugadores tendrán que buscarse una salida en busca de minutos lejos de La Rosaleda, aunque alguno podría ser cedido como medida de urgencia en caso de que arranque la campaña.
El técnico ha solicitado a un portero más a sus planes a pesar de que confía en Arnau y cree que Quincy, al que muchos consideraban en pruebas, es ya uno más de la plantilla. El portugués también aseguraba esta semana que anda bien arriba pero que necesita un delantero que aporte algo distinto a lo que ya posee, pues cree que le faltan alternativas.