La final a cuatro de la máxima competición continental de baloncesto la temporada 2010-11 se disputará en el Palau Sant Jordi de Barcelona, en sustitución de Turín, la ciudad italiana inicialmente elegida para acoger la final, según ha confirmado hoy la Euroliga.
Barcelona vivirá su tercera final a cuatro de la competición, tras las celebradas en 1998 y 2003, después de que la Euroliga haya confirmado que retira su oferta a Turín "porque no se han cumplido los requisitos previstos en un principio", en palabras del director ejecutivo de la Euroliga, Jordi Bertomeu.
El Palau Sant Jordi será el escenario de la final entre el 6 y el 8 de mayo y tendrá un aforo aproximado de 16.500 personas para la organización de la final a cuatro, "aunque hay que matizar que no habrá 16.500 localidades a la venta, porque hay que acotar ciertas zonas del recinto", según el concejal de Deportes del Ayuntamiento de Barcelona, Pere Alcober.
Turín no será la sede de la final a cuatro de 2011 porque un cambio de gobierno en la región del Piamonte ha trastocado los planes de la Euroliga. "Teníamos un acuerdo escenificado y presentado, pero el nuevo gobierno del Piamonte no ha cumplido los compromisos. Hemos dado tiempo y flexibilidad, pero todo tiene un límite y hemos tomado la decisión de cancelar la sede de Turín y pedirle a Barcelona si estaba dispuesta a adelantar la final, de 2012 a 2011", ha explicado Bertomeu.
Las negociaciones para que Barcelona fuera la sede de la final de 2012 ya estaban en marcha, pero los problemas con Turín han adelantado las previsiones. El cambio en el calendario inicialmente previsto supone también que Londres, la ciudad que tenía planeado organizar la final de 2013, adelante su previsión para celebrarla en 2012.
"El Palau Sant Jordi está entre las grandes instalaciones de Europa y confiamos en que esta final tenga un plus y un valor añadido y un gran eco en el mundo del baloncesto", ha añadido Alcober. Bertomeu, por su parte, ha recalcado que el cambio de sede no supone una "operación de ayuda a la Euroliga porque la Euroliga no tiene problemas para buscar sedes, es sólo una anticipación de un acuerdo pactado para 2012", pese a que Turín "ha intentado en las últimas horas reconducir la situación y lanzar un último intento". También ha informado de que el pasado lunes recibieron "una avalancha de nuevas ciudades candidatas", pero ha subrayado que la Euroliga ha preferido dar prioridad a los acuerdos adelantados para años venideros.
Además, Bertomeu ha recordado que la final celebrada en 2003 en la capital catalana "supuso un salto de calidad" en la historia de las finales a cuatro "que ayudó a impulsar definitivamente este tipo de acontecimiento deportivo".
En la comparación entre la final de 2003 y la de 2010, Bertomeu ha expuesto algunos datos ilustrativos: "En 2003, la final se emitió por televisión para 18 países, en 2010 se pudo ver en 197 países; en 2003 había 300 periodistas acreditados y en la final de 2010 hubo más de 700 peticiones".
La final de 2011 podría celebrarse junto a una feria internacional del baloncesto, según la propuesta lanzada por Pere Alcober y respaldada por Bertomeu. "Tenemos la voluntad de intentar generar algo de ese tipo, aunque aún no hay nada concretado", ha comentado el máximo responsable de la Euroliga.
La presencia de un equipo español en la final a cuatro no condicionará la organización ni la venta de entradas, porque la final "ya trasciende" a los equipos que participen, "como hemos comprobado en finales anteriores", dijo, "con todas las localidades vendidas independientemente de los equipos participantes".
Alcober, asimismo, ha destacado la importancia de que "los números cuadren" para que la final suponga un beneficio económico para la ciudad, y ha adelantado que en las próximas semanas se presentará de manera oficial el logotipo oficial de la final a cuatro.