Habiendo tomado posesión Sandro Rosell y conocidos quiénes serán los hombres que guiarán el destino deportivo del FC Barcelona esta próxima temporada, hoy toca volverse a poner manos a la obra para acabar de cerrar la plantilla azulgrana. Todos los movimientos que se hagan a partir de ahora partirán de una premisa clave: sólo se hará un desembolso económico fuerte en un jugador. El resto de los que vengan será en condiciones que no carguen la tesorería del club. Como no podía ser de otra forma, para ese esfuerzo económico hay un candidato que no sorprende a nadie. Es Cesc Fàbregas, el futbolista que quiso fichar el presidente saliente, Joan Laporta, y que ahora intentará traer el entrante, Sandro Rosell. Pese a que se tiene previsto que será una cantidad considerable lo que se puede acabar pagando por el centrocampista del Arsenal, tampoco se tirará la casa por la ventana. Sandro y su junta respetan mucho la opinión del barcelonismo y esas encuestas que circulan respecto a lo que se estaría dispuesto a pagar por Cesc arrojan unos resultados que aconsejan no ofrecer más de 45 millones.
La directiva azulgrana tiene un enorme deseo de poder contar con un futbolista como el de Arenys, quien además ya ha dicho varias veces que le gustaría regresar a su casa. Pero eso no esconde que se es consciente de las enormes dificultades que entraña la operación y, por ello, se manejan alternativas no en cuanto a posición en el campo pero sí en cuanto a categoría y nombre de los candidatos. Sabedores de que sea este año o el que viene Cesc acabará de azulgrana, los directivos azulgrana valoran si no sería más productivo hacer la inversión en un extremo. Ahí es donde aparece Arjen Robben, un futbolista que siempre ha gustado mucho a Pep Guardiola. A la excelente temporada que ha realizado tanto en el Bayern de Múnich, conquistando la Liga y la Copa de Alemania y disputando la final de la Liga de Campeones ante el Inter se une al gran papel de Holanda en el Mundial, ya clasificada para semifinales. Robben ha demostrado que tiene superadas ese gran número de lesiones que le persiguieron en el Real Madrid y esa espina clavada que tiene con la Liga española se la podría quitar fichando por el Barça. Al igual que con Cesc, no sería una operación fácil, ya que el Bayern no se desharía de uno de sus cracks a cualquier precio. De todas maneras, la renovación de Franck Ribéry por el club alemán sí que abre la puerta.
Robinho y Mata, también ahí
Existe una tercera opción. Se trata de Robinho, otro futbolista que siempre ha sido del agrado de Pep Guardiola y que ya estuvo en la agenda azulgrana el pasado invierno. En su caso, el brasileño ya ha manifestado su deseo de abandonar el Manchester City y abriría la puerta a que se pudiera colocar en el club inglés a Zlatan Ibrahimovic. Por último, como alternativa 'barata' para el extremo izquierdo estaría Juan Mata