El FC Barcelona y el Sportig de Gijón cerraron ayer el traspaso definitivo de Alberto Botía al club rojiblanco. La gran campaña realizada por el canterano culé en la entidad asturiana, donde ha jugado cedido, ha propiciado que los directivos gijoneses hayan realizado todos los esfuerzos posibles para asegurarse la continuidad del defensa.
El zaguero, una de las últimas perlas de La Masía (21 años), quiere continuar jugando muchos partidos un club de Primera, algo que difícilmente podría haber conseguido de continuar en la ciudad condal. No obstante, el cuadro blaugrana ha querido reservarse un derechos de recompra durante 3 años, conscientes de la gran proyección del jugador.