La primera gran noticia de la tarde, a diferencia de otros años, fue comprobar el buen ambiente que registraban los tendidos del coso del Paseo de Ribalta en la corrida en beneficio de los menos favorecidos, que cada año organiza la Diputación de Castellón. Casi tres cuartos de entrada de un público festivo dispuesto a empujar a los toreros hacia el triunfo.
El primero en conseguirlo fue El Fandi, ante el gran toro de Fernando Peña que hizo de segundo. El granadino, todo entrega y compromiso, armó un auténtico alboroto con las banderillas, toreó con limpieza al natural y la estocada entera puso en sus manos el doble trofeo. Ante el quinto, manejable, Fandi volvió a poner toda la carne en el asador en la muleta y deslumbró con los palos para cortar otra oreja y convertirse en el triunfador numérico del festejo.
El local Abel Valls se vistió de torero por segunda vez en la temporada -no lo hacía desde la pasada Feria de la Magdalena-, detalle que no se notó por la manera de querer y estar ante su primero. Firme, especialmente lucido al natural, logró tocar pelo.
Con el sexto, otro toro manejable pero que también se paró, volvió a darlo todo para acabar agarrándose a un triunfo que le debe servir.
No fue la mejor tarde de Finito de Córdoba, que no lució con el parado primero y que estuvo más decidido con el cuarto, dejando detalles de su bella tauromaquia, pero que vio cómo su antagonista se vino abajo demasiado pronto. Para colmo, anduvo muy desacertado con los aceros.