Pese a las presiones que llegan desde Inglaterra, donde tanto su entrenador Wenger, como la prensa y la afición se resisten a aceptar la idea de perder a su estrella, el jugador catalán parece haber decidido hacer oídos sordos y sigue proclamando a todo aquel que quiera escucharlo que quiere jugar en el Barça.
En esta ocasión lo hizo desde Tordera, donde este sábado presentó el Campus de verano que lleva su nombre y que se llevará a cabo del 9 al 17 de julio. En este escenario Cesc aseguró que está "muy, muy tranquilo" ante la posibilidad de fichar por el Barça este veranos, a la vez que se mostró halagado por la posibilidad de regresar al club que le vio nacer como futbolista.
"Tenía muy claro que una vez tomada la decisión de irme, iba a ser muy difícil volver, porque cuando te vas de un sitio lo normal es no volver, pero yo siempre he mantenido mi deseo de volver a jugar en el Barça", explicó el centrocampista del Arsenal, quien aseguró que de confirmarse su marcha le sabría muy mal por Arsene Wenger, entrenador del Arsenal, a quien considera su "padre futbolístico".