En cuanto acabe la Liga, Pep Guardiola y Txiki Begiristain se reunirán para hablar del equipo en clave de futuro. Son varios los apartados que hay que aclarar en lo referente a altas, bajas y cesiones. La base de la plantilla está hecha, pero hay que aclarar ciertos aspectos que a día de hoy están en el aire. Al margen de la llegada de Cesc y Villa, más que encarriladas, hay casos a resolver sobre la mesa, tanto en cuanto al futuro de algunos futbolistas como en cuanto a incorporaciones.
Los futbolistas de la plantilla que tienen el futuro menos claro son Ibra, Henry, Márquez y Chygrynskiy. En el caso del sueco, porque está muy avanzado el acuerdo con David Villa, Bojan seguirá y los técnicos tienen que decidir qué papel otorgan a Ibra en la plantilla. La dificultad de colocarlo en el mercado a causa de su alto coste de traspaso y de su ficha puede influir en la decisión final.
Parecida es la situación de Henry, que tiene por delante un año de contrato con un salario muy elevado aunque podría recalar en la MLS norteamericana. En cuanto a Márquez y Chygrynskiy, los técnicos tienen que hacer una evaluación de su rendimiento y su posibilidad de evolucionar las próximas temporadas.
Un delantero y un lateral
Al margen de Villa y Cesc, cuya llegada al Barça se da prácticamente por hecha, la secretaría técnica está trabajando en la búsqueda de un delantero de banda izquierda, cuya incorporación iría ligada a lo que suceda con Henry e Ibra, y un lateral derecho suplente, dado que Alves está solo en esa demarcación, con el apoyo de Carles Puyol de forma ocasional. Según lo que se decida sobre otros jugadores puede cambiar la política de incorporaciones: si se van jugadores, llegarán nuevos.
En cuanto a los cedidos, hay que tomar decisiones respecto a Henrique, que podría quedarse en el Racing al estar club y jugador muy interesados aunque en gran parte depende del desenlace de la lucha por evitar el descenso, y Cáceres, que también puede permanecer en la Juventus, donde juega con asiduidad. Igualmente hay que resolver el caso de Hleb, cedido al Stuttgart. Keirrison, en cambio, tiene por delante todavía un año de cesión en la Fiorentina, lo que permite aplazar un año el marrón de tomar una decisión