Dice Joaquín Sabina que él no suele tener buenos inicios de canciones, aunque le ronde por la cabeza
alguno a la altura de su inagotable ingenio ("una noche, a las diez de la mañana"). España tampoco encontró
un buen comienzo para esta canción, la del Eurobasket 2009, que se pretende un vals de revancha y oro.
Esperábamos que Serbia pagara los platos rotos del lituanazo sufrido por nuestra Selección en Vilna,
pero toca cambiar de partitura sobre la marcha, porque un equipo de este perfil no puede desafinar así.
Con oros y platas corresponde bailar de otra manera