El técnico Carlos Rionda ha declarado hoy a EFE que el atleta asturiano Ismael González, fallecido ayer mientras se entrenaba, era un "superdotado" para la práctica del atletismo, y ha asegurado que "nunca" había sufrido problemas que hicieran presagiar su muerte.
El internacional español en la especialidad de decatlón falleció ayer de manera repentina, a la edad de 25 años, mientras se entrenaba en la pista de atletismo de Barberá del Vallés, cerca de Sabadell.
Rionda, entrenador del equipo Esnova, ha recordado que Ismael González se inició en la práctica del que sería el deporte de su vida en el Atletismo Villaviciosa, filial del conjunto gijonés.
"A continuación se incorporó al Esmena y compitió con nosotros durante siete u ocho años, luego estuvo becado en la Residencia Blume, en Madrid, y hace tres años fichó por el Playas Jandía", ha rememorado.
A su juicio, el fallecido era un "superdotado" para la práctica del atletismo, especialmente para las combinadas, ya que destacaba en varias especialidades.
"Era un buen lanzador, sobre todo de disco y jabalina, y también sobresalía en 110 metros vallas; además se defendía muy bien en salto de longitud mientras que el 1.500 era lo que más le costaba de las pruebas de combinadas, sin que fuera flojo en ninguna", ha abundado.
Durante su última visita a Asturias, hace diez días, Ismael González aprovechó para entrenarse en el nuevo módulo de las pistas de atletismo de Las Mestas, en Gijón, donde estuvo departiendo con el que fuera su entrenador.
Rionda ha subrayado que ninguno de los reconocimientos médicos realizados al atleta había revelado que padeciese problemas de salud, "ni siquiera aquellos tan exhaustivos" que pasó con motivo de su entrada y estancia en la Blume