El Barcelona Borges estará en la Final entre Cuatro de la Liga de Campeones que se disputara en Colonia (Alemania) el 29 y 30 de este mes, después de derrotar al MKB Veszprem húngaro a domicilio, por 33-34, en el encuentro de vuelta de cuartos de final de la Liga de Campeones.
El equipo azulgrana afrontaba el encuentro en la pista húngara con la relativa tranquilidad de los seis goles de renta (33-27), logrados el pasado sábado en el Palau Blaugrana. El equipo húngaro demostró en la primera mitad por qué hasta hoy en el Veszprem Arena sólo había perdido un encuentro -ante el Montpellier (22-23)- desde su inauguración en 2008, pero en la segunda parte los azulgrana jugaron a un nivel altísimo hasta alzarse con una merecida victoria ante un rival totalmente desfondado.
Quizás un revulsivo añadido para los barcelonistas fue la provocación del meta serbio ex azulgrana Dejan Peric, retando a los dos extremos del equipo, Juanín García y Víctor Tomás, a que le lanzasen ellos. Peric debió arrepentirse, porque el primero marcó ocho tantos y el segundo, once; más de la mitad de los logrados por todo su equipo.
Susto inicial
No fue un encuentro fácil para el Barcelona Borges, especialmente en la primera mitad, cuando los húngaros, que salieron muy fuertes, neutralizaron por dos veces la renta azulgrana de la ida (15-9, m.23 y 21-15, m. 32), merced a la efectividad inicial de su gran estrella, el lateral zurdo serbio Marco Vujin (4 tantos en los primeros doce minutos) y del extremo Gergo Ivancsik, su máximo goleador y que sumó seis dianas en la primera mitad).
Así del 5-6 (m.10) se pasó a un amenazador 15-9 (m.23) después de que Xavi Pascual intentase sorprender a los magiares con la colocación de Siarhei Rutenka y Jesper Noddesbo en la posición de doble pivote ofensivo. La táctica no dio resultado y tras cuatro ataques consecutivos fallados, la iniciativa del choque pasó al bando local.
Tras un tiempo muerto del técnico azulgrana, con el retorno a un sólo pivote de ataque y con la entrada en las rotaciones de Rubén Garabaya, Konstantin Igropulo e Iker Romero el equipo se recompuso y las acciones de Juanín y Víctor Tomás llevaban a dar aire de nuevo a los de Pascual (18-15, m. 27), Con 19-15 al descanso, las espadas estaban en todo lo alto, pero los catalanes habían sometido al Veszprem a un gran desgaste físico. Aun así, Peter Gulyas volvía a neutralizar la ventaja barcelonista (21-15, m. 32), pero la defensa húngara tenía ya muchas lagunas.
Iker Romero certifica la superioridad azulgrana
Laszlo Nagy y Rutenka empezaron a mostrarse muy efectivos desde los nueve metros, mientras Juanín y Víctor Tomás seguían amargando a Dejan Peric. Un parcial de 2-6 acabó materialmente con el Veszprém (23-21, m.40). El meta internacional húngaro Nandor Fazekas relevó a Peric en la meta local y ni el endurecimiento de la defensa local, con el macedonio Uros Vilovski provocando constantemente a Rutenka y Nagy, sirvió de nada a los locales.
Víctor Tomás redujo la diferencia a la mínima expresión (25-24, m. 43) y el Veszprem sólo respondió por medio de Gergo Ivancsik y el cubano-húngaro Carlos Reinaldo Pérez, con Vujin ya totalmente desaparecido y Renato Sulic, su mejor hombre en Barcelona, fue descalificado por la tercera exclusión, después de las dos absurdas que protagonizó en los cuatro primeros minutos del encuentro.
Rúben Garabaya estableció la primera igualdad (32-32, m. 58) e Iker Romero marcó el tanto de una merecida victoria a medio minuto para el final. El Barcelona vuelve a una final de la Liga de Campeones después de cinco temporadas de ausencia