El Bayern de Múnich ha vuelto a sacar adelante un partido que se le
estaba atragantando en Champions, como le ocurrió ante la Fiorentina y
ante el Manchester United. Pero el Lyon se lleva una derrota mínima a
Francia y tratará de hacer pesar en la vuelta su invicto en Gerland y un
puntaje casi perfecto jugando en casa
Al paso que va, el Bayern de Múnich
acabará haciendo buena esa creencia que habla de las siete
vidas del gato. Llevando al terreno futbolístico la
tradición supersticiosa y esotérica -esta historia viene de tiempos
inmemoriales, regida por la numerología-, el equipo alemán sigue
saliendo adelante en esta Champions, por muchos saltos al
vacío que tenga que dar.
Repasemos: en primera fase, llegaba
el Bayern a la última
jornada obligado a ganar a la Juventus, en Turín, para
seguir con vida en la Champions. Lo logró, y por 1-4; en octavos,
es cierto que el árbitro ayudó a los bávaros en el choque de ida frente
a la Fiorentina convalidando el gol del 2-1 en clamoroso fuera
de juego de Klose, pero en Italia apareció la resistencia
del gato y el Bayern se recuperó de tres ventajas de los Viola
(1-0, 2-1 y 3-2) para avanzar gracias a un gol decisivo de Robben
en el segundo tiempo.
El cuartos de final, más
de lo mismo: un choque de ida frenético y ajustado, que no
resolvió nada frente al Manchester United
(2-1), y luego a sufrir en la vuelta, cuando los ingleses llegaron a
ponerse 3-0 en el marcador. Parecía el final, el adiós
del Bayern en la Champions. Pero dos goles de Olic y Robben
metieron al Gigante Bávaro en semifinales.
Allí, el
choque de ida frente al Olympique de Lyon
se vio condicionado por la absurda expulsión de Franck Ribéry.
Una torpeza del galo que, por cierto, le impedirá jugar la vuelta. Ya
teníamos allí al villano del Allianz, pero... ¿quién habría de
ser el héroe de la película? No podría ser otro que Arjen
Robben. Otra vez, SIEMPRE Arjen Robben.
Pero
también ha tenido un rol protagónico -y determinante- el técnico Louis
Van Gaal, que tomó la responsabilidad de quitar en el descanso
al punta Ivica Olic -decisión antipopular, si
las hay ahora mismo en Múnich- para metrer a un pivote defensivo, Anatoli
Tymoschuk.
"Cambio defensivo, para aguantar
el empate", pensaron algunos. Pues no. El Bayern jugó
mejor el segundo tiempo, salió a presionar de entrada y el Lyon
comenzó a tener problemas después del plácido primer tiempo que había
disfrutado. Toulalan se marchó expulsado por dos
amarillas en tres minutos, se equipararon las fuerzas y el dominio del
juego cambió de manos. Luego llegaría Robben para poner el gol
partita. Para variar, pues ya lleva cuatro tantos
importantes o directamente decisivos, todos en partidos
consecutivos, todos desde octavos de final.
Ahora bien, ¿qué se puede esperar del Lyon
en la vuelta, sabiendo que su propio técnico Claude Puel
ha dado "por buena la derrota por la mínima en Múnich"...?
Bien sabe el míster que hay un dato concluyente. En este Champions, su equipo
no sólo está invicto en casa, sino que ha anotado
en todos sus partidos, sumando cinco victorias y un
empate, fase de clasificación incluida. El único que pudo sacar
algo de Gerland fue el Liverpool (1-1).
Puel,
además, podría recuperar para la revancha a algunas piezas clave -como
el central Jean-Alain Boumsong- y seguramente no
volverá a cometer el error de dejarse a Jean Makoun o a
Sidney Govou en la banca de entrada. Quizá hasta meta
también a Michel Bastos, otro que, sorpresivamente,
empezó el partido entre los suplentes en Múnich.
En cualquier
caso, en la ida se han confirmado dos cosas: la primera, que el Lyon
no es un rival sencillo para NADIE en Europa. Que lo
diga el Real Madrid. Y la otra, que por mucho que
machaquen las circunstancias al Bayern, habrá que hacer
mucho, pero MUCHO de verdad, para tumbar y borrar
definitivamente a los bávaros de este torneo.
Un último dato,
importante: los alemanes anotaron en todas sus salidas
en esta Champions, con un saldo de doce goles en esos cinco
partidos fuera de casa. Ya sabe el Lyon cuál es la
estadística que necesita romper para acabar con las siete
vidas del gato.
Os lanzo una pregunta :
¿Es suficiente la ventaja del Bayern?