Tarde de modestos y tarde de emoción y buen toreo. Lo que son las cosas. Sin figuras ni reporteros del corazón a la espera de los mediáticos. No, tres muchachos con hambre de triunfo ante una señora corrida de toros del Conde de la Maza. Y surgió la sorpresa, de nombre Oliva Soto. Se fajó con su primero, que le había dado una voltereta de vértigo en un quite con el capote. Sobre la derecha hizo un toreo aflamencado pero de gran plasticidad. La gente se le entregó y cortó la oreja.
En el quinto tuvo la gloria en las manos. Tocó el cielo en una faena vibrante, con la gente como loca y todo a favor. No pudo con el pitón izquierdo del toro porque aquello era un huracán, pero sobre la derecha hubo ligazón y empaque. Tenía la Puerta del Príncipe abierta. En el momento definitivo entró a matar de cualquier manera, echándose fuera. Perdió las dos orejas y esa gloria de la salida en hombros por esa puerta mágica. Había tocado el cielo y cayó en picado. No volverá a tener otra ocasión igual. Qué pena por el chaval, pero para ser figura hay que jugársela en el momento definitivo y no tuvo agallas.
Diego Urdiales estuvo cicatero y a la defensiva con su primero, dejando la muleta retrasada. No era el Urdiales de Madrid, Bilbao o Logroño. Pero salió el cuarto toro y entonces sí que se la jugó. Faena de torero macho, sin trampa ni cartón. Faena para aficionados con un toro que medía y miraba a las femorales. Fue el Urdiales de verdad. En cada muletazo se sentía el peligro. No se inmutó y a pesar de que por el pitón izquierdo el toro le había tirado un derrote de escalofrío, no se amilanó. También por ese pitón se fajó en naturales de enorme emoción. No hubo música porque aquí la banda es muy mirada y que el chico sea de Arnedo no les debe parecer digno de la música en la Maestranza, aunque se estuviera jugando la vida. La vuelta al ruedo fue un premio legítimo.
Por su parte Antonio Nazaré tuvo una actuación digna ante un lote sin clase. Su primero se rajó del todo. El sexto, un bello ejemplar, se fue parando. Nazaré apenas pudo ligar algunos muletazos
Primero:
Diego Urdiales, de verde botella y oro. Dos pinchazos y seis descabellos. Un aviso (silencio).
Segundo
: Oliva Soto, de nazareno y oro. Pinchazo y estocada corta (oreja)
Tercero
: Antonio Nazaré, de carmesí y oro. Pinchazo y estocada trasera (silencio)
Cuarto
: Diego Urdiales, Un aviso (silencio). Estocada corta y caída (vuelta) (2)
Quinto:
Oliva Soto, Cinco pinchazos y estocada baja (vuelta al ruedo) (2)
Sexto:
Antonio Nazaré, Estocada (palmas) (1).