Jesús Hernández - 08/04/2010 03:00
Un sueño. Prácticamente inimaginable. Ni el propio Quique se hubiese atrevido a apostar que el desdibujado Atleti que cogió meses atrás estaría a dos meses para el final del campeonato con opciones de alcanzar Europa en Liga, en una final de Copa y a las puertas de unas semifinales europeas. Se habla hasta de 'Doblete'. "Era difícil haberse imaginado el panorama actual meses atrás, pero tenemos que ser conscientes para disfrutarlo más si cabe", confesó un entrenador que rehusó toda responsabilidad en este éxito. "Al igual que soy exigente con ellos, creo que a la hora de revertir de verdad la situación a los que hay que mirar es a los futbolistas, porque son a los que yo admiro, porque son los que hacen lo que yo ya no puedo hacer, son los que hacen las cosas en momentos difíciles y son los que mañana -por hoy-nuevamente se enfrentan a once futbolistas de un enorme nivel. Y, si las cosas salen bien, serán ellos los principales artífices", defendió.
El técnico, excelente conocedor de los secretos valencianistas, tienes claro el camino a seguir para engrandecer el sueño. "Hay que emplear la cabeza para un partido que nos pueda convenir. Prácticamente ningún entrenador es capaz de preparar un partido loco, porque los partidos locos son incontrolables, pero, en cualquier caso, es verdad que las características de los rivales invita a que, si hay transiciones rápidas y las jugadas no se finalizan, los dos equipos vamos a querer inmediatamente montar otra jugada y se van a hacer partidos rápidos". "Ojalá estas cosas sucedan siempre dentro de unos parámetros normales y podamos tener un cierto control. Pero, por las características de los equipos, sobre todo del Valencia, que siempre deja cuatro jugadores descolgados, es imprevisible saber cómo puede salir. Vamos a ver si tenemos el control de eso también y, siendo agresivos en esas acciones, podemos impedir que corran", continuó.
Las estadísticas están con el Atleti. Sólo ha perdido uno de sus últimos 13 partidos oficiales en el Calderón. "Eso no me da ninguna indicación de que tenga que relajarme ni que tenga que presentir que va a tener que ser un partido parecido a los últimos. Va a ser una cosa muy diferente. Sabemos con que intensidad salen los rivales y el Valencia va a salir con la misma intensidad, pero con más calidad".
Máxima ilusión
A su llegada al estadio, Quique pudo ver las colas que había de aficionados para adquirir las últimas localidades disponibles. "Estamos en una situación en la que están reventando las taquillas, que la afición está ilusionada, que tenemos la posibilidad de meternos en una semifinal... Son todos factores positivos e ilusionantes. Y ojalá mañana seamos capaces de transmitir eso sobre el césped y de poder dar una nueva alegría"