Viene duro Indian Wells. Federer trabaja ante el rumano Hanescu: 6-3, 6-7 (5/7) y 6-1. Melzer despide a Nalbandián (6-4 y 6-1). Ferrer, protagonista en la Davis frente a Suiza, es laminado por Blake (6-1 y 6-4). Ferrero, tras un febrero mágico y posterior lesión, sucumbe ante Mónaco con el pie derecho descarnado: 7-6 (7/2), 3-6 y 6-3. Almagro supera las bombas del gigante Karlovic: 7-5 y 7-6 (7/5). Djokovic levanta tres bolas de partido a Kohlschreiber: 6-3, 2-6 y 7-6 (7/3). Las bellas Ivanovic y Sharapova ya están camino de Miami. También, Henin. ¿Y el campeón? El campeón, tras tomar el pulso al circuito contra Schuettler, liquidó ayer a Mario Ancic (doble 6-2) y llegó a la jurisdicción de un yanqui, Isner o Querrey que se enfrentaban anoche, en los octavos de final. El campeón es Rafa Nadal, por cierto.
Su segunda piedra de toque era Mario Ancic, que tras varios episodios de mononucleosis y haber sido 7 del mundo en 2006, intenta resucitar desde el puesto 694º. El choque con el croata sirvió a Nadal para ajustar los paralelos de derecha cuando Ancic subía o dudaba y para tomar ritmo desde el fondo (el rival se prestó, inocente). Con esos argumentos, sendas roturas para 1-0 y 5-2 en la primera manga. La segunda fue un calco. Ancic fue demasiado poco, pero sirvió para henchirse de una confianza que hace falta