Tragedia en la liga brasileña de fútbol sala. La mala suerte y el mal estado de la pista le ha costado la vida a un jugador de 23 años que trataba de defender su portería. En su intento por evitar el gol se lanza al suelo y termina clavándose un trozo del parqué que llegó a afectar a sus intestinos.
El joven, aún con vida, fue trasladado inmediatamente a un hospital donde fue intervenido quirúrgicamente. A pesar de los esfuerzos, el jugador ha muerto un día después debido a la gravedad de la herida.