La
selección española de fútbol sala buscará este sábado (20.30 horas/LaSiete)
ante
Portugal su quinto título continental, el tercero consecutivo, y el broche de
oro a un inmaculado torneo donde ha dejado evidente las diferencia de nivel con
el resto de rivales.
España se ha mostrado sólida, fiable y ambiciosa, pero el carácter de su
seleccionador y de sus jugadores, hace que afronten el choque teniendo claro que
un mal día o un exceso de confianza puede 'manchar' su andadura.
Además, el precedente de la primera fase ante los lusos, el abultado 6-1, puede
ser un arma de doble filo por la relajación que puede repercutir en los
internacionales españoles, que pueden aprovechar los de Orlando Duarte, algo lejos
del nivel del actual campeón, pero que le tienen 'ganas'.
Portugal no olvida la afrenta sufrida en 'su' Europeo de 2007 en Oporto. Con el
partido dominado 2-0 a cinco minutos del final y un pabellón volcado a su favor, los
portugueses no supieron ajusticiar a los de Venancio López, que sentenciaron en los
penaltis. Precisamente, saber manejar esas situaciones de máxima tensión es lo que,
para el técnico vaso, debe mejorar el combinado luso, que debuta en una gran final,
para tener opciones.
Las diferencias entre ambos equipos quedaron marcadas en la primera fase y el
desgaste físico, pese al agónico partido de cuartos ante Rusia, es mayor para el vecino
ibérico, que tuvo que recurrir a los penaltis para dejar fuera a Azerbayán en las
semifinales, mientras que España no sufrió demasiado para batir a la República Checa.
Los de Duarte han demostrado que echan de menos la fantasía de Ricardinho y
apostarán por el trabajo colectivo para frenar a una España, donde todos suman en
ataque y defensa. Además, el partido será especial para Javi Rodríguez y Daniel, que
se despedirán, salvo cambio de opinión, de la selección, y que junto a los 'centenarios'
Luis Amado y Kike, podrían sumar su cuarto título europeo.