Togo, que debe jugar el viernes con Camerún, y el día 19 ante la Costa de Marfil de Touré Yaya, podría retirarse del torneo
Dos días antes de comenzar, cuando el protagonismo futbolístico no se había trasladado aún a Angola, sede de la Copa de Africa, la tragedia se hizo presente. El autocar que trasladaba a la selección de Togo a su lugar de concentración en la región de Cabinda, fue ametrallado por rebeldes separatistas y el ataque se saldó con la muerte del conductor del autocar y otros nueve heridos de diversa gravedad, tres de ellos integrantes de la selección togolesa.
A pesar de que la organización del torneo no quiso hacer mención a la posible suspensión del mismo, a última hora de ayer la participación de Togo, que está encuadrada en el grupo B junto a Ghana, Camerún y Costa de Marfil, no estaba para nada asegurada. “La verdad es que no tenemos ganas de jugar, para nada. Ahora mismo no somos capaces de hacerlo” advirtió el jugador del Nantes Thomas Dossevi en delaraciones al diario francés L’Equipe El equipo togolés debe debutar el lunes ante Ghana, para enfrentarse después el próximo viernes a la Camerún de Eto’o y Kameni y cerrar la primera fase el día 19 ante la Costa de Marfil del barcelonista Touré Yaya y Drogba.
Los heridos fueron trasladados a un hospital mientras el resto de la expedición era escoltada por fuerzas del ejército entre la confusión reinante. “Nos han atacado como a perros. Nos han ametrallado cuando nos escoltaban dos coches de policía”, explicó Dossevi. El mismo futbolista explicó que los asaltantes “estaban armados hasta los dientes” y reconoció que “nos pasamos veinte minutos escondidos en el suelo del autobús”.
Las Fuerzas de Liberación del Estado de Cabinda/Posición Militar, un grupo armado que lucha por la independencia de Cabinda, reivindicó la autoría del atentado explicitamente y avisó que el suceso “sólo es el principio. La CAF fue advertida en numerosas ocasiones de que ese territorio estaba en guerra.
Tenía documentos y no ha querido tener en cuenta las advertencias. Debe asumir su responsabilidad. Somos un movimiento político y militar originario de Cabinda, un territorio ocupado ilegalmente por cuya liberación luchamos”.
Ahora falta por ver la reacción de las autoridades... Y, también, de la selección togolesa y de la misma organización del torneo.