Tengo que ganarme la confianza de la gente del equipo Ferrari. Esto decía Fernando Alonso el martes en un acto del Banco Santander vestido aún con un polo de Renault. Pues dicho y hecho. El asturiano pasó el miércoles y el jueves en Maranello y su actitud entusiasmó a todo el personal de la fábrica ferrarista.
En la Scuderia están alucinando con su gran predisposición. Valoran, y mucho, que sea capaz de interrumpir sus vacaciones para pasarse por la sede central de la escudería italiana para pulir cualquier tipo de detalle, y para adelantar todo el trabajo posible. Mucho se había especulado sobre si el bicampeón se iba a llevar algún ingeniero de confianza a Ferrari, pero el ovetense en todo momento dice que se fía al cien por cien del personal transalpino. Es más, los técnicos de la escuadra roja se quedaron sorprendidos con sus conocimientos técnicos y con la meticulosidad con la que daba indicaciones sobre su posición en el habitáculo o con la aerodinámica.
Alonso hasta revisó a fondo el F60 con el que harán test los novatos en Jerez la próxima semana.
Todo un gesto de implicación que no pasaron por alto los máximos dirigentes ferraristas. El hecho de que Fernando hable con ellos en un fluido italiano también ayuda a que la comunicación sea más correcta.
Igualmente, en el seno de la firma del cavallino rampante se tiene en cuenta que el asturiano no haya puesto ningún reparo a probar cuanto fuera necesario en el simulador provisional que hay en la fábrica en lugar de esperar a que esté instalado el nuevo. Su aspecto físico también ha sido muy loado por los miembros de su nueva marca.
Pero si los ingenieros están que no caben de gozo con Alonso, también los empleados de la zona comercial o los de los coches de calle están encantados. Les pilló por sorpresa que mostrara tanto interés por los deportivos de serie pues otros pilotos de Fórmula 1 que han pasado por la factoría de Módena pasaban casi de puntillas cuando se acercaban a sus puestos de trabajo. Fernando, muy al contrario, comentó todo tipo de aspectos técnicos con varios de ellos y, muy gustosamente, dio varias vueltas a Fiorano con dos modelos, el 458 Italia y el 599. Ya en su primer día en Maranello había rodado con otro coche de calle.
Y es que las comparaciones entre el español y su antecesor en Ferrari, Kimi Räikkönen, son odiosas para el finlandés. El nórdico era más que parco en palabras en sus escasas apariciones por el cuartel general y su comunicación con los ingenieros nunca fue del todo fluida. “En dos días en Maranello ha visto más cosas de la fábrica que otros en dos años”, comentaba alguno con sorna. En lo que todos coinciden es en asimilar más a Alonso con Michael Schumacher que con el finés.
Cerca de Citroën
Precisamente la propia web del Mundial de rallies, www.wrc.com, ahondaba en la noticia publicada sobre la negociación que está llevando a cabo Kimi con Citroën para recalar en uno de sus equipos y realizar la temporada completa en 2010. Red Bull, uno de los patrocinadores personales del campeón del mundo de F1 de 2007, sería el encargado de salvar el escollo del suelo del finlandés. La marca de bebidas energéticas se haría cargo de gran parte de la nómina de Räikkonen y pintaría con sus colores la segunda escuadra de la marca francesa —ya lo hace con el equipo oficial donde seguirían Loeb y Sordo—. Ya sólo falta que Kimi se decida de una vez por todas a rubricar el contrato.