Manolo Sánchez ha cortado una oreja en el tercer festejo de la Feria de El Pilar de Zaragoza después de protagonizar una tarde con momentos de exquisita torería a sus dos astados de Parladé, que lidió tres toros de buen juego repartidos de manera equitativa -uno para cada matador- El público trató con cariño a Aparicio, del que valoró su toreo de capa y su eficaz espada, y a El Cordobés, a quien pidieron una oreja del tercero después de una labor desenfadada y comunicativa.
La labor de Manolo Sánchez en el segundo ya fue seguida con interés por los aficionados, sobre todo con la mano derecha, por donde el pucelano estructuró un par de tandas de buen trazo a un toro noble pero flojo. La calidad artística subió en el quinto, toro con calidad al que el torero dio tiempo y administró en cada tanda. Por el pitón derecho surgieron muletazos de exquisito dibujo que fueron jaleados por el tendido, igual que un cierre por bajo de gran calidad estética.
El Cordobés por su parte llegó al tendido con su desarpajo y simpatía. Se sirivió el torero del mejor toro de Parladé al que lidió de manera alegre, con sus formas características. El palco no atendió una nutrida petición. El sexto, bajo de raza, se paró pronto. Aparicio brilló con el capote tanto en su astados como en un quite a la verónica al tercero. Con la muleta dejó algunos apuntes sobre la mano derecha con el primero, toro noble pero justo de fuerza y anduvo interminente con el cuarto, un animal pronto y fijo al que no llegó a apurar.