LEB ORO - CANARIAS SOCAS LAGUNA 70 AÑOS DE HISTORIA

Recuerdo del primer mensaje :

El CB Canarias nace en 1939 tras heredar la actividad cestista del CB
Olimpic, que hasta entonces había ejercido de pionero del deporte de la
canasta en La Laguna. Juan Ríos Tejera, nombre con el que se conoce al
actual pabellón de los canaristas, fue el primer presidente.


El club se convierte en un clásico del deporte regional y logra sus
primeros éxitos de importancia a principios de los años cincuenta,
concretamente en la temporada 51-52, en la que los laguneros se hacen
con el Campeonato de Canarias y el subcampeonato de España de Segunda
División.


Sin embargo, no es hasta la temporada 75-76 cuando milita de seguido y
por primera vez en una categoría de ámbito nacional, coincidiendo con
el nacimiento de la Primera División B y con Pepe Cabrera, que venía de
cubrir una etapa gloriosa en el mejor RC Náutico de la historia, en el
banquillo.


El CB Canarias se asienta a partir de entonces en el panorama cestista
nacional y consigue el ascenso a la máxima categoría del baloncesto
español en la temporada 82-83, con Pablo Casado de entrenador.


A partir de ahí, el equipo aurinegro milita un total de ocho temporadas
en la ACB, con varios paréntesis de por medio. La etapa dorada del club
llega a finales de los años ochenta con dos sextos puestos consecutivos
en las temporadas 86-87 y 87-88. Por aquel entonces, el equipo
aurinegro logró incluso clasificarse para la Copa Korac. Los Carmelo
Cabrera, Germán González, Salva Díaz, Eddie Phillips, Mike Harper y
compañía marcaron una época bajo la dirección técnica de José Carlos
Hernández Rizo.


La pérdida de la ACB se produce en la temporada 90-91 y a partir de ahí
el Canarias inicia un periodo de declive que le obliga a partir de cero
en lo económico y en lo deportivo. El equipo aurinegro comienza
entonces su retorno a la élite desde las divisiones regionales, en esta
ocasión con la denominación de Cantera Base 1939 Canarias.


El ascenso a la Liga EBA se produce al cierre de la temporada 96-97 en
Don Benito y con Jou Costa de técnico. Luego, llegaría el ascenso a la
LEB II, con Pocho Jerez, a la conclusión de la campaña 02-01. Tras
cinco temporadas en la entonces división de bronce del baloncesto
español, el Canarias ascendía el verano pasado a la LEB Oro con
Alejandro Martínez en el banquillo.

El
Socas Canarias acarició la sorpresa en su visita a un CAI Zaragoza
(88-86), que tuvo que sudar lo suyo para mantener su condición de
invicto en el Príncipe Felipe. El equipo tinerfeño cayó derrotado en la
prórroga tras un partido muy serio que ganaba de diez puntos (58-68) a
falta de 3:33 para el cierre de los 40 minutos. Un parcial de 14-4 de
los maños en la recta final sostenido por la mejor versión del
argentino Paolo Quinteros privó a los aurinegros de romper los
pronósticos.

Pese
a todo, el Socas Canarias vendió muy cara su derrota en un gran
ejercicio colectivo (cuatro de sus jugadores valoraron dobles dígitos y
otros dos se quedaron en ocho créditos). Los aurinegros maniataron por
momentos la amplia batería de recursos de un rival, el CAI, diseñado
para ascender sí o sí. La aparición del internacional Quinteros, que
tardó 33 minutos en anotar su primera canasta, resultaría clave. Paolo
hizo 23 de los 44 últimos puntos de su equipo, once de ellos en el
tiempo añadido y un 10/11 providencial en tiros libres.

Pero
hasta el epílogo, el Socas Canarias mantuvo siempre opciones de
victoria. Es más, tras el 3-0 inicial, los de Alejandro Martínez fueron
siempre por delante hasta la primera canasta de la prórroga. Fueron los
maños los que tuvieron que forzar el periodo extra con dos libres de
Quinteros. Hasta ese momento, el equipo tinerfeño manejó en varias
ocasiones ventajas de ocho puntos y dio sensación de poder llevarse la
victoria.

El
choque nació parejo, con intercambio de aciertos entre Barlow y Rost.
Los anfitriones aprovecharon los centímetros y kilos de su juego
interior para dominar el rebote ofensivo (siete capturas en ataque al
cierre del primer cuarto), lo que les permitió gozar de segundas
opciones. Pese a todo, el Socas Canarias, que convirtió sus cinco
primeros ataques, salió respondón y cobró pronto una renta de ocho
puntos (10-18, 12-20 y 14-22).


Sin complejos

El
caso es que el partido creció con el CAI haciendo la goma y acelerando
cada vez que los canaristas amenazaban con acrecentar su ventaja. De
nada le sirvió a los tinerfeños eclipsar a Phillips, muy bien sujeto en
ataque, ya que Abós tiró de su larguísimo banquillo para evitar la
estampida de los insulares. La salida a pista de Junyent y la
superioridad en el rebote (24 rechaces al descanso por 16 de los
visitantes) permitían al conjunto aragonés mantenerse en la pomada
(34-36 al intermedio) ante un Canarias sin complejos y otra vez muy
peligroso desde más allá del 6,75 (11 triples).

Tras
el receso, el Socas mantuvo su buen hacer apoyándose en el colectivo
(ocho de sus nueve jugadores ya habían anotado en el minuto 15). Con
Quinteros hasta entonces desconocido, la chispa de Lescano y los robos
de Rivero propiciaron un par de arranques de raza cada vez que el
Canarias amagaba la ruptura. El partido iba camino de un final igualado
(58-60, 34’), aunque el grupo de Alejandro Martínez hizo todo lo que
estaba en su mano para romperlo.

Un
par de triples de Chagoyen y Cage y dos tiros libres de Donaldson
pusieron el 58-68 a falta de poco más de tres minutos para el final.
Fue entonces cuando el Príncipe Felipe apretó lo suyo y Paolo Quinteros
ejerció de líder para jugarse los balones calientes. El argentino forzó
la prórroga con nueve puntos en los últimos 2:45 ante la impotencia de
los tinerfeños, que acabarían muriendo en la orilla tras una gran labor
durante todo el choque. Una vez en el tiempo añadido, la citada
inspiración de Quinteros acabó de cercenar las esperanzas del Socas de
dar la sorpresa.