Pedir perdón no ha sido suficiente para Karim Benzema, a quien el rencoroso Domenech parece que volverá a dejar en el banquillo para la cita de esta noche, tan trascendental como presumiblemente bizcochable pues el rival responde al nombre de Islas Feroe. Les bleus, sin los lesionados Gourcuff y Ribéry, han de ganar sus dos partidos y esperar que Serbia no logre imponerse en ninguno de los suyos, algo casi milagroso, para evitar la repesca. Y peor: tropezar esta noche abriría un panorama aún más oscuro a los galos, el de quizá tener que disputarse la posibilidad de acudir al playoff en la última jornada, ante Austria.
Tres goles en cinco partidos ha hecho Benzema en Liga. Sólo un tanto en ocho encuentros ha marcado Gignac, ariete del Toulouse y hombre que le arrebataría otra vez el puesto al nueve blanco según se ha visto en los ensayos. Aficionados y Prensa gala se preguntan qué razones, además de las personales, llevan a su seleccionador a prescindir del delantero titular de todo un Real Madrid. Igual tiene que recurrir a Karim, y más tiempo de los escasos cinco minutos que le dio ante Rumanía.