El capitán español de Copa Davis, Albert Costa, tiene ante sí una difícil tarea: reducir a un equipo de cuatro la riqueza del tenis español para la final de diciembre ante República Checa.
El equipo defensor del título selló una confortable victoria ante Israel el fin de semana pese a la ausencia de los lesionados Rafael Nadal y Fernando Verdasco. Ambos, en el top 10, deberían estar recuperados para la final en la que España buscará su cuarta "ensaladera" en 10 años.
"La decisión va a ser muy dura porque tenemos seis, siete, ocho jugadores que podrían formar parte del equipo", dijo Costa el domingo después de que Juan Carlos Ferrero, David Ferrer, Tommy Robredo y Feliciano López llevaran a España a ganar por 4-1 en Murcia en semifinales de la Davis.
"Pero tienen que comprender que esas son las normas y que estoy feliz de tener este tipo de jugadores para la final", añadió el ex campeón de Roland Garros.
La normativa de la Copa Davis implica que España tendrá la ventaja de jugar en casa, y por tanto podrá elegir la superficie, que casi con seguridad será tierra, en la que llevan 19 eliminatorias sin perder.
Mientras que España tiene un gran número de tenistas con talento entre los que elegir, con 12 de ellos en el top 100, los checos sólo dependen de dos antiguos top-10, Radek Stepanek y Tomas Berdych, ahora 17 y 18 del mundo.
Costa dijo que España tiene mucho respeto por la pareja checa y que Stepanek es especialmente peligroso en la tierra roja.
"Stepanek es un jugador bastante capaz de derrotar a los mejores jugadores en tierra", dijo, indicando que derrotó al número uno del mundo, Roger Federer, en el Masters de Roma en 2008.
"Berdych impone mucho respeto y tiene algunos golpes alucinantes y un gran talento", añadió. "Si está en su juego puede derrotar a cualquiera".
UNA MENTALIDAD DIFERENTE
El primero de los tres títulos de la Davis llegó en 2000 cuando un equipo en el que jugaron Costa y Ferrero superó al del australiano Lleyton Hewitt en Barcelona. A este triunfo sumaron las victorias en Sevilla en 2004 y Mar del Plata el año pasado.
Costa dijo que el éxito en Barcelona había estimulado el tenis español de Copa Davis.
"Antes de nuestra victoria en Barcelona en 2000 teníamos una mentalidad diferente y nos era difícil jugar en la Copa Davis pero esto ha cambiado radicalmente desde entonces".
"Ahora cada vez que jugamos para España parece que llegamos a un nivel más alto. Es extremadamente positivo tanto para los jugadores como para los aficionados. Atraemos más y más apoyo cada vez".
La sede para la final se decidirá en las próximas dos semanas después de que Costa y sus jugadores se reúnan con la Federación Española de Tenis.
Entre las posibles sedes, Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga y Las Palmas.