Raúl González (Schalke):
En España se quedó sin hueco en el Real Madrid de su vida, ése que le hizo grande y al que tanto aportó durante décadas. Tocaba decidir y, en lugar de conformarse con un puesto secundario, decidió lanzarse a la aventura para reflejar su ambición y demostrar que aún no está jubilado. Quizás represente el fichaje más extraño de todo el verano europeo, el más imprevisible pero, justamente por ello, levanta más expectación que ninguno. El Schalke arriesga, Raúl espera responder con goles, los que le acompañaron toda su vida.
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Marko Arnautovic (Werder Bremen):
Apareció de la nada hace dos campañas para poner ‘patas arriba’ la Eredivisie con sus llegadas, arrancadas por banda y talento, con lo que no tardó en marcharse a un Inter que había quedado prendido de su elegancia. Sin embargo, Mourinho no le dio cancha y ahora buscar explotar sus cualidades e un Bremen que parece adaptarse mucho mejor a sus condiciones pues si de algo puede disfrutar el austriaco en la Bundesliga, es de libertad. Un peligro.
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Simon Kjær (Wolsfburgo):
El centra más caro de todo el mercado alemán. Tras dos campañas a un altísimo nivel en el Palermo y pese a disfrutar de magníficas ofertas desde equipo de mayor arraigo, el elegante central danés se marchó al ilusionante proyecto del Wolfsburgo. Gran cabeceador, buena salida de balón y un traspaso que evidencia que su primera condición era seguir jugando y no estancarse.
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Michael Ballack (Bayer Leverkusen):
El ‘hijo pródigo’ regresa a su casa, a su ambiente y a su estadio, un Bay Arena que le despidió como crack absoluto del fútbol alemán y que ahora, 9 años más tarde, vuelve como mito a punto de jubilarse. No está a su mejor nivel, ha perdido fuelle como jugador referencia pero su vuelta ilusiona a un bloque que viene funcionando muy bien en los últimos años y que necesitaba un líder sobre el césped.
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Heiko Westermann (Hamburgo):
El traspaso más mediático entre clubes de la propia Bundesliga se lo lleva este comodín defensivo, capaz de jugar de lateral, central y hasta de interior. Un jugador de enorme compromiso al que 7,5 millones apartan del Schalke para marcharse al Nordbank Arena. Perfecto cabeceador, seguro, potente y con multitud de recursos defensivos. Un fichaje que el Hamburgo necesitaba para aliviar sus constantes problemas defensivos.
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Nassim Ben Khalifa (Wolsfburgo):
La estupenda agenda de ojeadores que conformó el Wolfsburgo en los últimos años, ha servido para que, entre otras cosas, se hayan lanzado a por una de las mayores promesas del fútbol actual. El delantero suizo de origen tunecino ya debutó con el Grasshopper hace dos campañas con sólo 16 años y desde entonces, ha crecido pasito a pasito siendo, por ejemplo, elegido segundo mejor jugador del último Mundial Sub 17.
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Igor de Camargo (Borussia Mönchengladbach):
El Standard de Lieja ha producido multitud de jugadores atractivos en los últimos años y uno de los que ha decidido salir en busca de mayores retos ha sido este llegador potente que dejó grandes números en Bélgica. De carácter brasileño 8por sus orígenes), ya internacional absoluto con Bélgica y una de las opciones a jugador revelación por su disparo y capacidad de remate desde segunda línea.