Esto es el caso de lo que ha ocurrido con el internacional brasileño Robinho, que tras su fin de temporada con el Santos fue ofrecido al FC Barcelona, el cual dejó todo en manos del de Santpedor. Y su respuesta fue clara. No deseaba contar un futbolista de su perfil en el equipo de cara al próximo curso.
El siguiente nombre sobre el que deberá dictaminar Pep Guardiola es el del alemán Mesut Özil, futbolista del Werder Bremen y cuyo equipo podría haber llegado a un acuerdo con los culés por el traspaso. Sin embargo, y cuando todo parecía inminente, queda por conocer cuál sería la respuesta del ex futbolista.
Y esta podría ser negativa. Esto es precisamente lo que destaca en su edición de hoy el diario Mundo Deportivo, según el cual hay cuatro razones por las que el entrenador podría decir "no". La primera es que no se trata de una petición personal suya, como lo fue Cesc Fábregas (que finalmente no pudo concretar su llegada), a lo que hay que sumar sus pocas posibilidades de ser titular (esa posición puede ser ocupada por Iniesta, Xavi o Keita) y que las prioridades del equipo se encuentran en encontrar un refuerzo para el mediocentro defensivo. Por último, el fichaje del alemán cortaría de raíz la posible evolución de algunas de las joyas de La Masía , como son Thiago y Jonathan dos Santos.