Una sola campaña ha servido para que la Roma quiera cerrar desde hace meses el fichaje definitivo del central argentino Nicolás Burdisso. El jugador, propiedad del Inter de Milan, llegó cedido al Olímpico y formó una gran pareja junto al brasileño Juan. Por sus prestaciones y por la aprobación de Claudio Ranieri, el zaguero se ganó un puesto fijo y la Roma trabaja a destajo para incorporarlo definitivamente, aunque no es capaz de concretar las negociaciones con un Inter muy especulador.
Conscientes de que el inicio de campaña se acerca, el cuadro gialorrossi ha puesto en marcha su agenda para intentar reparar esa ausencia con otro defensa que guste al proyecto. El que mejor colocado está es el italiano Andrea Barzagli, que lleva varios años en el Wolfsburgo y que siempre suena para regresar a su país, siendo la opción romanista muy apetecible para el ex campeón del mundo.
La Roma tiene otras dos opciones más, aunque drásticamente opuestas. Se ha interesado por las condiciones que maneja en el Fenerbahce el zaguero uruguayo Diego Lugano, mundialista y experto. Así mismo, se ha vinculado al club romanista con Guillermo Burdisso, hermano del propio Nicolás que ha dejado grandes actuaciones en Rosario Central y que a sus 22 años está considerado uno de los mejores zagueros del momento en Sudamerica