ENTREVISTA A RAFA NADAL

ómo se encuentra: cabeza, cuerpo y extremidades?

La cabeza, mejor que nunca, con máxima ilusión después de un tiempo parado. Físicamente, bien. Aparte del abdominal, las rodillas no me han dado ningún problema desde que he vuelto. Y eso siempre es importante cuando uno viene de una lesión como la que he tenido. Te da confianza. El trabajo ha sido productivo.
¿Qué lleva para proteger el abdomen?

Llevo una faja, pero bueno... Tengo lo que tengo. Prefiero no hablar de lesiones en medio de un torneo. Cuando acabe diré lo que tengo y los motivos por los que no he ido a la Copa Davis, muy a mi pesar.
¿Por qué no quiere hablar de ello?

Cuando hablas piensas más en lesiones que en jugar. Todo el mundo tiene problemas físicos y parece que los míos están sobrenombrados. A veces estás jugando y tienes miedo a pedir el fisio. Si voy a jugar al siguiente día con opciones de ganar, no quiero que todo el mundo sepa que estoy mal del abdominal. Yo comprendo vuestro trabajo, pero debéis comprender el mío, que es estar lo mejor posible cada día. No es positivo que al día siguiente el titular sea que tengo una rotura en el abdominal.
González y Monfils casi han llegado a poner en duda su lesión.

Es normal que cuando uno pierde y le dicen que el otro está lesionado actúe así. Tampoco quiero decir si estoy bien o mal por eso, porque no es bonito para el rival. He estado dos meses sin competir, dos meses parado en casa y he vuelto jugando dos Masters Series, no en tierra, en Bastad. Mi cuerpo no está preparado para competir con los 50 mejores del mundo. He tenido esta sobrecarga que probablemente se ha convertido en una rotura. Cuando vas jugando, como es lógico, y en el US Open, pequeña no se va a volver. Si me siento con capacidad para intentar competir al siguiente día no me gusta hablar de estas cosas. Hoy estaba mejor, el otro día, con González, antes de la suspensión, estaba fatal, sacando a 96 millas. Pero el deporte es superación, no solamente jugar cuando mejor estás, sino hacer lo que se puede aunque sepas que no vas a ganar. Es superarse a uno mismo, no sólo al rival.
¿Qué hizo en un día tan largo como el del viernes, sin jugar?

Estuve en la sala de jugadores, en el vestuario, estuve un rato mirando lo que había jugado con González, lo que podía haber hecho mejor y peor.
¿Le recordó a la experiencia de hace dos años, en Wimbledon, con Soderling?

No, aquello fue mucho peor. El año pasado, aquí mismo, se tuvo que aplazar mi partido con Murray. Simplemente se trata de tener paciencia, estar calmado e intentar hacer las cosas de lo más normal.
¿Se siente especialmente querido por el público de aquí?

La verdad es que siempre se han portado muy bien conmigo. También hay mucho latino. Es un torneo diferente a Wimbledon y Roland Garros. Hay mucho más 'show' alrededor.
¿A qué atribuye tal fascinación?

Siempre he estado correcto en la pista. Nunca he tenido malos gestos con nadie.
¿Tal vez les recuerda a Jimmy Connors por su temperamento?

Es distinto. Connors se cabreaba mucho más que yo. Sólo he visto de él algunos puntos sueltos en el vestuario. Alguna vez sí me han comparado.
¿Qué le da tiempo a hacer aquí?

He visto el musical de 'Mamma mia' y por sexta vez, 'El fantasma de la ópera'. He ido a pasear un día en bicicleta por Central Park, otro día por la Quinta Avenida. Este año no he ido a la Zona Cero, ya iré cuando tengan el nuevo proyecto.
¿Qué tiene en relación con otras ciudades?

París es otro concepto de ciudad, la sensación espacial, la elegancia, la limpieza. Nueva York es espectacular, pero París es mucho más bonita. Las carreteras de aquí están en mal estado, en Europa las cosas son distintas. Me encanta Estocolmo, Roma, aunque no esté tan limpia. Melbourne tiene mucho movimiento, distinto al de aquí, que a veces hay una multitud de gente simplemente de compras.
¿En qué le supera Del Potro, aparte de en estatura?

En el servicio también. En todo lo demás, depende del día. Si juego a mi mejor nivel tengo opciones de ganarle. Hay que intentar que se mueva, que se canse, que no pegue cómodo, hay que hacer cosas distintas. Y ver si el abdominal está bien y puedo encarar el partido con garantías y sacar mucho más de lo que he sacado.
Gasquet le ha agradecido públicamente su apoyo tras ser suspendido por dopaje. No abundan los gestos de solidaridad en el circuito.

Nunca hay que olvidar que esto es un juego. A mí no me sirve eso de ganar a cualquier precio. Sólo he tenido dos problemas con jugadores en mi vida: uno con Berdych en Madrid y otro con Soderling en Wimbledon. La verdad es que con Berdych me aceleré más de la cuenta y no debería haber dicho lo que dije, aunque él no se portó como debía. Todo pasó. Incluso íbamos a jugar dobles el año pasado en Bangkok, pero al final yo no fui. He entrenado con él muchas veces y tenemos muy buena relación. Con Soderling no te puedo decir lo mismo. Yo he intentado saludarle, pero va a lo suyo y es con el único que no tengo relación en el circuito. Conozco a Gasquet desde los 12 años. Hablé con él después de lo que le pasó en Miami. Llevaba un tiempo sin jugar bien y la presión le estaba pudiendo, le pregunté qué había pasado. Me dijo: 'yo soy como tú y en mi vida tomaría nada de esto'. Siempre he creído en la buena fe de los jugadores. Hoy en día quien quiera ir a por ti te puede romper la carrera.
¿De qué manera?

De cualquiera. Estás en el vestuario, te meten cualquier cosa en un vaso y te dejan totalmente K.O. sin que tengas culpa de nada. Ésta es la realidad. Hay que estar siempre al tanto y es un poco desagradable.
¿Es fácil ser un referente social?

Sí, porque no me considero un ejemplo. Siempre me comporto con absoluta normalidad.
¿Qué ha aprendido en todo este tiempo sin poder desempeñar su trabajo y en circunstancias personales difíciles?

Siempre he sido fuerte y sé que hay momentos en la vida en que no todo te va rodado y hay que aceptarlo. Cuando me toca estar lesionado en uno de los momentos más importantes del año, realmente tienes que estar mal. Cuando se separan tus padres, como es lógico es un cambio importante en tu vida y es normal estar mal. Hay que asumir el estar mal e intentar a partir de ahí mirar en positivo. La vida al fin y al cabo sigue y el tiempo por suerte lo va arreglando todo. Para nada me puedo considerar un desgraciado en esta vida porque haya tenido una lesión o se hayan separado mis padres. La realidad es que tengo 23 años, he podido trabajar en lo que me gusta, que es jugar al tenis, mi trabajo es mi hobby y, además tengo éxito en lo que hago. Simplemente por todo esto me tengo que sentir un afortunado.
Crecer tan deprisa tal vez le haya ayudado a curtirse...

Sí, tal vez por el lado de que aprendes a estar solo, a convivir contigo mismo.
¿Cómo se ve el mundo desde ahí arriba? A gente como usted esto de la crisis debe pillarle un poco lejos.

No, de lejos nada. Uno tiene el dinero metido en un banco, tiene una inversión en un sitio. Que me afecte en diferente medida, es posible. Pero si no sufres tú, sufre el de al lado. Al final siempre tienes amigos sin trabajo, familiares que están sufriendo en su empresa. Uno no está ausente de la vida. Mucha gente no puede pagar la hipoteca. Y personalmente he perdido exhibiciones que jugar, hay torneos que han bajado los premios, eventos que no se han organizado. Claro que me preocupa. He hablado con empresarios y esperan que esto arranque no muy tarde. No es agradable ver a la gente de al lado que lo pasa mal.
Todas sus relaciones más estrechas vienen desde la infancia o la adolescencia, la novia, los amigos, su tío como entrenador. ¿Es entonces cuando se tejen los vínculos realmente sólidos, cuando usted aún no era tan importante?

Muy importante no soy, te lo aseguro. Tengo muchos amigos desde que soy tenista profesional, pero mi pandilla de toda la vida la mantengo desde los seis años, desde el colegio, seis, siete u ocho compañeros que vamos a cenar siempre por Mallorca, son mis amigos de toda la vida, los que siempre voy a tener. Carlos Moyà es un amigo íntimo, aunque le haya conocido de más mayor.
Es mérito suyo, por no haberse envanecido.

No creo. Tiene más que ver con la sociedad mallorquina. El hecho de vivir en un pueblo como Manacor hace que tengas una relación más fácil tanto con tu familia como con tus amigos. Cuando estás en una ciudad, hay mucho más estrés para ver a un amigo. Yo, en cinco minutos caminando puedo encontrarme con un amigo mío. Todo se hace más fácil. En un par de horas puedes organizar una cena con tu gente. Esto en grandes ciudades es mucho más difícil.
Podía haberse ido a vivir a otra ciudad o a otro país.

Estoy feliz donde estoy, siendo español y siendo mallorquín. Cada vez que vuelvo a Mallorca soy feliz.
Y pagando impuestos en su país, costumbre no del todo común entre los tenistas.

Bueno, cada uno lo hace como puede o como más le conviene. No soy yo quien lleva esas cosas. Supongo que la gente que me lo lleva ha considerado que lo mejor era seguir pagando los impuestos aquí.
¿Le soprende la relevancia ha adquirido su tío Toni? De alguna manera, se ha convertido casi en un gurú.

Es una persona muy crítica que siempre te hace tener los pies más pegados al suelo y te ofrece un punto de vista distinto al de los demás. Te hace pensar más de una vez las cosas y frenar los impulsos. Desde siempre ha tenido algo distinto, dice cosas diferentes a la mayoría. Estoy aquí donde estoy gracias a él y el hecho de que yo sea quien soy también hace que a él le pidan más cosas.
Él dice que usted prefiere la crítica al halago.

Soy bastante exigente conmigo mismo, a veces incluso más que él. Desde pequeño me ha tirado muchas veces hacia abajo, lo que te hace creerte mucho menos de lo que eres.
Tal vez sea la mejor manera de progresar.

Tiene muchas cosas positivas y alguna negativa. Positivo porque respetas siempre a tus rivales, te hace trabajar. Lo único negativo es que a veces te crees más malo de lo que eres y te crea una desconfianza a la hora de competir. Eso es porque desde pequeño lo has mamado así.
¿Le preocupa que a veces Toni pueda hablar demasiado?

Vosotros le preguntáis muy a menudo y en ocasiones no es consciente de la repercusión que pueden tener sus palabras.
¿Somos peligrosos los periodistas o simplemente incómodos?

Hay que ir con un exceso de cuidado, porque las noticias son más noticias cuando se vende lo negativo más que lo positivo. Suena más cuando uno dice una barbaridad. Muchas veces leo cosas de gente en un titular, luego lees la entrevista y no es así como lo titulan.
A veces se le ve algo crispado con los medios de comunicación.

No, como es lógico uno tiene épocas mejores y peores. En la temporada de tierra estaba peor, pero no con los periodistas, sin peor con la vida de lo habitualen general. Tenía un problema en las rodillas, tenía un problema personal y la presión de jugar cada día jugándome mucho en un momento crucial de la temporada. Estaba sobrecargado de cosas.
Es evidente que prefiere el contacto directo con los aficionados. Se deja hasta abrazar por un espontáneo.

Me considero una persona totalmente normal y si alguien viene a darme un abrazo, entiendo que no está cumpliendo las normas, pero viene a darme un abrazo.
¿No pensó que podía tener otra intención?

No, y no es que yo sea valiente. Soy más bien cobarde, fuera de la pista muy valiente no soy. Nunca me he peleado con nadie, y antes corro que pelearme con nadie. Yo me fui detrás a intentar parar al policía para que lo dejase, pero aquí las cosas son muy estrictas.