El ciclista madrileño Alberto Contador (Astana) mantiene que su intención en la presente edición del Dauphiné Libéré es comprobar su estado de forma de cara al Tour de Francia, objetivo que también se extiende a unos compañeros que en la etapa de este jueves trabajaron de manera notable para concederle una oportunidad a su jefe de filas.
Gracias a esta ayuda, Contador pudo afrontar la ascensión final a Risoul con posibilidades de victoria, aunque finalmente cruzó la línea en cuarta posición junto al líder de la general, el corredor esloveno Janez Brajkovic (RadioShack). "El equipo también tiene que coger la filosofía del Tour. Están a un buen nivel y ellos también tienen que ponerse a punto", explicó el madrileño.
"Podían haber ido más rápido, pero no les he animado porque yo estaba sufriendo bastante por la alergia"
Sin embargo, Contador advirtió de que el trabajo desempeñado por su equipo no significa que asuman la responsabilidad de la general en la carrera sino que, como reiteró, es "el mejor test" para medir sus fuerzas. "Les veo muy motivados. Podían haber ido más rápido, pero no les he animado porque yo estaba sufriendo bastante por la alergia, aunque al final he tenido buenas sensaciones", matizó.
A pesar de esos pequeños problemas, Contador atacó a Brajkovic "para probar", aunque admitió "no estar seguro" de su estado de forma. Finalmente, y visto que "nadie se decidía a atacar", el bicampeón del Tour de Francia optó por "mantenerse a la expectativa". "Continúo con el mismo planteamiento", admitió, recordando que su principal objetivo en el Criterium no es la victoria final.
"La subida a Risoul ha sido complicada, porque hacía mucho aire de cara y a rueda se iba cómodo, pero no era agradecido para ir solo. Después de esto me dedicaré a recuperar. Si las piernas van bien, mejor, y si no, también, porque el objetivo sigue siendo el Tour de Francia", concluyó