Almeyda sigue sin definir su futuro: mientras lo buscan de Estados Unidos y de Noruega, Passarella aún no lo llamó.
Entre el deseo y la honestidad. Así espera Matías Almeyda los dos últimos partidos del Clausura. Y también entre un mar de ansiedad por la definición de su futuro. El Pelado ya tomó la decisión de no colgar los botines otra vez y su intención es retirarse (más adelante, claro) con la camiseta de River, pero no quiere que su continuidad sea una especie de agradecimiento o una seguidilla de partidos despedida: “La vuelta al fútbol me sacó de un pozo depresivo y estoy disfrutando mucho de jugar. Sé que me queda poco pero también que todavía puedo seguir aportando lo mío adentro de la cancha. No quiero quedarme por lástima, por eso no sé si me da para seguir en River. Vivo el día a día y veré qué le conviene al club y a mis sentimientos”.
La idea de Almeyda es clara, aunque el volante convive con cierta incertidumbre porque la renovación de su contrato aún no está definida. “Passarella todavía no me llamó para hablar, pero tiene cosas más importantes de qué ocuparse como para andar acordándose de mí, je. Además, faltan dos semanas para el final del torneo”, contó en la Rock & Pop. Por las dudas, el Pelado repitió que recibió ofertas del exterior: una de EE. UU. y otra de Noruega.
¿Por qué habla de dar lástima alguien que a pesar de sus 36 años es uno de los rendimientos más parejos de River y tiene presencia casi perfecta? Porque no quiere jugar por portación de apellido. Porque sabe que Cappa y Passarella buscan un 5 en la plenitud de su carrera para el nuevo equipo (Bolatti y Ortigoza). Y porque pibes como Cirigliano y Castro le pisan los tobillos. “Sé que están buscando grandes talentos en mi posición y hay un par de cincos con gran futuro que deberían tener lugar, no quiero taparlos”, destacó Almeyda. Igual, hoy parece difícil que alguien pueda desplazarlo. Y suena más difícil aún que los hinchas acepten fácilmente su salida...