CON LO QUE PACQUIO VIO EN LAS VEGAS… ¡HUM!

La última presentación de Manny Pacquiao en el ring, contra el africano Joshua Clottey, no dejó contentos a un porciento grande de sus seguidores o de los que observan el boxeo como disfrute del deporte: el africano cerró la guardia arriba y, durante 12 ‘rounds’, el asiático se dedicó a debilitar el valladar en forma de manos enguantadas al estilo Marciano; pero Clottey no bajó la guardia, sino que resistió el inútil bombardeo y no conforme, cada vez que quiso le colocó los únicos golpes de toda la pelea al pupilo de Roach en la cara. El múltiple campeón concluyó con hinchazón en su lastimado pómulo izquierdo, sobre el cual martilló con libertad el perdedor cada vez que le dio la gana.

Mucha gente se preguntó después ¿Qué hubiera pasado si el africano se hubiera decidido a golpear más de lo que lo hizo; si se hubiera movido y hubiera ripostado, más que esporádicamente, con buena puntería y mejor poder?. Ya nadie lo sabrá…sin embargo, si se fuera a hacer una proyección de un posible ganador en una hipotética pelea entre Mayweather, Jr. y el candidato al Senado de Filipinas a partir de la ultima demostración de cada uno, habría que concluir que lo mejor para Pacquiao sería quedarse en una cómoda oficina de atención al interesado como diputado de su país.

Mosley perdió de la forma como podía perder un corista del ring con Willie Pep: lo apabullaron, le dieron una real lección de boxeo y de sabiduría popular, porque no se pueden tener 38 años, alejarse del ring por uno y 4 meses y regresar contra el contrario que regresó; o, ¿Acaso no le recetan como principal agua de la fuente de la juventud del mito a cualquiera que envejezca el ejercicio diario y planificado?

Y esa también fue una causa que se combinó con la disertación del ‘Niño Bonito’ para producir una derrota que no cabrá nunca en la memoria histórica boxística como sufrida por un peleador de la talla de Mosley, aunque los últimos tres combates han transitado de la mediocridad ante Cotto; al casi una maravilla contra Margarito, para encallar en un peleador de forma física deplorable que no logró sino un miserable ‘round’ en su pelea más importante, digan lo que digan.

Mayweather, Jr. obligó a hacer ajuste en la opinión sobre él y volvió a ser el boxeador que mantenía un equilibrio adecuado entre defensa y ofensiva, tal y como hizo en la última en que le vimos tirar sin administrarse tanto en Miami contra Henry Bruseles. Aparentemente, Pacquiao no debe tener mucho que hacer ante el Mayweather que destruyó a Mosley, para mi, con pruebas aleatorias o sin estas, tal vez, a pesar del dinero, le aconsejen no someterse a tan duro y peligroso test.