Gran ambiente, reventa y obras aún por terminar
Una de las primeras pruebas que se han realizado en el flamante nuevo estadio de Green Point tuvo como protagonista a Jesús. Desde las once de la mañana del domingo miles de devotos fieles se acercaron hasta el futuro campo donde previsiblemente España jugará los octavos de final (si queda primera de grupo). El evento servía de prueba de toque para comprobar el funcionamiento de recinto. La ruidosa hinchada del Jesus Team desplazada al campo consiguió llenar hasta la mitad el graderío (más de 30.000 personas). La prueba sirvió para sacar algunas conclusiones.
La primera es que aunque las obras más importantes han concluido, queda por demoler parte del estadio antiguo (está pegado al nuevo) y sigue habiendo muchas obras en los alrededores del paseo principal (Main Road). Las autoridades aseguran que todo estará a tiempo; el ritmo de trabajo para preparar la ciudad y enseñarla al mundo es frenético. Lo que es indudable es que por dentro 'la bañera' -forma que tiene el estadio cuando se lo contempla desde fuera- ha quedado impoluta y digna del gran acontecimiento deportivo que albergará (aquí se jugará una semifinal).
La segunda conclusión es que la reventa puede convertirse en algo cotidiano y amparado por los agentes si no se ataja a tiempo. La compra de las entradas que nos han permitido entrar al estadio han sido a través de un reventa que era uno de los encargados de los tornos. A él nos ha llevado directamente y con sigilo un policía al que hemos preguntado por las taquillas. El hombre se ha sacado dos entradas del bolsillo de la camisa y nos ha entregado rápido los tickets y se ha guardado el dinero.
La tercera es que si se anima igual en los partidos de fútbol que en este acto religioso, este Mundial pasará a la historia como el que más ambiente ha vivido en las gradas (era un espectáculo ver a la gente cantar y dar palmas). Los sudafricanos son gente muy alegre. La cuarta es que sigue habiendo un claro 'apartheid' monetario. En el graderío de abajo, más caro, estaba situada la gran mayoría de la hinchada blanca. Arriba, estaban situadas la mayoría de las personas negras.
La quinta es que los responsables del estadio deben revisar el sistema de evacuación. Había una gran confusión entre los porteros cuando la gente abandonaba el campo antes de que hubiera terminado el acontecimiento religioso. Las puertas de entrada, que son también las de salida, estaban bloqueadas, lo que obligaba a dar la vuelta a buena parte del recinto para salir por una única puerta. La mayoría de baños de dentro del estadio permanecieron cerrados.
Por último, sobre la comentada comisaría que se ha preparado para detener en el mismo estadio a los hinchas más violentos, según explicaron los responsables del Green Point Stadium, no está aún en marcha. Sin embargo, la presencia policial sí era muy numerosa. En líneas generales, salvo detalles, el examen se pasó con nota.