Dos años lleva la afición del Sevilla esperando el partido de esta noche. De nuevo, el equipo de Manolo Jiménez tiene ante sí la oportunidad de acceder a cuartos de final de la Copa de Europa por segunda vez en su historia -la primera fue hace 43 años- y ser por fin un candidato serio al máximo título continental.
El CSKA de Moscú es el Fenerbahce de hace dos temporadas. Desde que el sorteo de octavos emparejó al conjunto andaluz con el ruso se encontraron similitudes con el rival que en 2008, en la tanda de penaltis, apeó al Sevilla de la 'Champions'.
Como entonces, todo está por decidir en el Sánchez Pizjuán, el Sevilla tiene mejores jugadores y es favorito, pero esta vez arranca el partido con cierta ventaja. El 1-1 de la ida permite tomarse las cosas con calma. Ante el Fenerbahce se perdió en Turquía por 3-2, pero hoy es el CSKA quien necesita un gol para seguir vivo. El Sevilla debe saber jugar con eso.
Jiménez tiene a su disposición a toda su plantilla a excepción de Konko y Sergio Sánchez. Las múltiples opciones en ataque que da tener a Navas, Perotti, Renato, Luis Fabiano, Kanouté o Negredo son una bendita complicación. Si fuera posible, no se conocería la alineación hasta que saltaran los elegidos. El técnico no quiere dar ni una pista pero está cantado que al menos Navas y Luis Fabiano estarán en el 'once'. Hay más dudas en el resto de puestos.
Sobre Manolo Jiménez flota un aire de sospecha que no hace ningún bien al Sevilla. Él está resignado y asume que se le cuestionará hasta su último día en el banquillo de Nervión. "Pasemos o no, me seguirán criticando", dijo Jiménez en la rueda de prensa previa al partido, donde no escondió que el de esta noche es uno de los partidos más importantes de su carrera.
Salir al campo pensando en conservar el empate a cero -que clasificaría a su equipo- sería, a juicio del entrenador, "un error". Jiménez tira de sentimiento sevillista para asegurar que quiere estar en cuartos ganando al CSKA: "El Sevilla no ha salido ni saldrá nunca a empatar a cero".