Fran Yeste quiere volver ya. Tiene casi olvidada la herida inciso-contusa que se provocó en el maleolo interno en el primer tramo del partido ante el Espanyol en Cornellà. El interior zurdo se entrenó con aparente normalidad y puede ser titular el jueves en el encuentro de la Europa League ante el Anderlecht.
El de Basauri se ha mantenido desde el 30 de enero entre algodones. Se agravó el dolor en la zona por una inoportuna entrada de Mikel San José en un entrenamiento de la pasada semana, que provocó un enfado monumental del basauritarra. Caparrós ya comentó en la víspera del partido en Villarreal que la herida no se había abierto, pero que el dolor persistía. Lo cierto es que entre unas cosas y otras, Yeste se ha perdido los partidos de Liga ante el Xerez y el del pasado domingo en El Madrigal.
Seguramente, Caparrós tampoco ha querido forzar su reaparición. Ahora llega el momento por el trascendental encuentro ante los belgas y por las ausencias por sanción de Orbaiz y Javi Martínez para el encuentro liguero del domingo ante el Tenerife.
Chuta a puerta.
Yeste estuvo en la sesión vespertina de ayer entrenándose en el Campo 1 junto con compañeros que no fueron titulares ante el Villarreal: Etxeberria, De Cerio, Koi, David López, Muñoz, Ustaritz, Toquero y Susaeta. Todos ellos fusilaron con centros y remates a los porteros Aitor Fernández y Urtzi Iturrioz.
A Yeste se le vio ligero en el trote, en el golpeo y en el remate, estirando su musculatura y con la sonrisa en el rostro. El 10 rojiblanco acabó la gélida tarde (apenas 4 grados de máxima) en las instalaciones de Lezama jugando un partidillo a media cancha que apenas duró diez minutos. De manera repentina, se apagó la luz unos instantes y Luci Martín y Javi Reyes, que estaban al mando del grupo de los suplentes, decidieron dar por finalizado el trabajo en el exterior.
Caparrós estuvo en el campo habitual del Bilbao Athletic con los once titulares ante el Villarreal más los cachorros Iñigo Pérez, Jonás Ramalho y Mikel Santamaría, que jugaron ante la Ponferradina el sábado. Por cierto que el centrocampista zurdo podría ir convocado para el envite ante el Tenerife por el rosario de bajas en la medular.
No estuvieron en la sesión ni Iker Muniain ni Armando Ribeiro, que trabajaron en el interior de las instalaciones. El gentío de aficionados fue impresionante, ya que se juntaron los colegiales que aprovecharon la tarde libre y los padres y familiares de los jugadores de las categorías inferiores que se entrenaban por la tarde. Lezama respiraba fútbol por todos sus poros.