Asimiló el carácter ganador de Agostini cuando vivía con su padre, Grazziano Rossi, por esos circuitos del mundo, haciendo la colada junto al 'motorhome' familiar mientras su madre cocinaba la pasta (de comer). Asumió la garra competitiva que sus compatriotas plasmaban en todos los grandes premios. Aprendió de Bianchi, de Ubbiali, de Gresini. Por fin llegó su día. Valentino debutó en el 1996 y desde entonces mantuvo una máxima escuchada en los boxes a los campeones de su país: «Hay que dar el golpe psicológico desde el primer entrenamiento y desde la primera carrera». El lema le hizo majestuoso.
En el 2004, Sete sufrió en sus carnes esa táctica guerrera.
Debutaba Rossi con la Yamaha, una máquina inferior, y no tuvo vergüenza para empujar a Gibernau con el hombro en la última curva. Debía vencer como fuera. No empezaría a remolque de nadie. Este jueves, en Sepang, 'il campionissimo' volvió a ganar el combate inicial, ahora con la nueva Yamaha. Lorenzo, Pedrosa y Stoner comprobaron que 'el viejo' no chochea.
«La moto tiene otro chasis y un motor que puede durar más kilómetros, pero es muy rápida», manifestaba el campeón tras endosar medio segundo a Casey (Ducati) y setecientas milésimas a Jorge (Yamaha), quinto. Dani (Honda), octavo, se perdió a 1,4 segundos. La otra HRC, de Dovizioso, quedó a 1,2. La casa de las alas plateadas ya dudaba de su vuelo. El doctor les había aplicado su medicinaLorenzo, de niño bueno
«No tengo prisa por conquistar el título», indicaba Jorge con una carita de inocente que no se la creía ni él. El mallorquín le dará guerra, aunque ahora le dé cuartel. La ventaja del número 46, sin embargo, empezó a marcar distancia en las cabezas de otras escuderías.
«La nueva Yamaha no es completamente diferente de la antigua pero hay pequeños detalles que la hacen más fácil de conducir. Hoy ha sido mi primer día de rodaje con mi nuevo mánager, Wilco Zeelenberg, y me he sentido a gusto con él. Es un antiguo piloto, podemos compartir un montón de información y me puede dar buenos consejos», comentó Lorenzo.
Barberá (Ducati), décimo, fue el mejor debutante, por delante de Aleix Espargaró (Ducati) y de Bautista (Suzuki), que superó a Simoncelli. «Cuando mejor rodaba, y estábamos mejorando, se ha puesto a llover, pero todavía nos queda mañana», afirmó Héctor , quien reconoció que «a pesar de todo me encuentro algo fatigado por el excesivo calor, y porque llevo un tiempo sin subirme a la moto, pero estoy tranquilo porque me siento en forma»
El 'show'ya ha comenzado.