Gabriel Campillo (Madrid, 30 años) está a punto de cumplir el gran
deseo de todo boxeador. Va a dar el gran salto: de Vallecas a Estados
Unidos para defender su título de campeón del mundo del semipesado
(versión Asociación Mundial de Boxeo) que se trajo de Argentina el 20
de junio derrotando a los puntos al campeón, Hugo Hernán Garay, y que
retuvo en Kazajistán el 15 de agosto frente a Beibut Shumenov.
Precisamente, el kazajo será su rival en una revancha que ya está
firmada para celebrarse en el estado de Nevada (EE UU), antes del 28 de
febrero de 2010. Eso quiere decir que se disputará en algún casino de
Reno o, más probablemente, de Las Vegas, donde se entrena el aspirante.
"Puedo cumplir el sueño de todo boxeador, pelear en Las Vegas y con
un título de por medio", explica Campillo, con más brillo en los ojos
del que restalla de las tragaperras que le rodean durante la sesión de
fotos. "Allí la consideración que se tiene del boxeo es diferente. Es
uno de los deportes más seguidos. Son estrellas. No como aquí, que no
me conoce ni Dios. En España soy un campeón virtual, porque muy poca
gente me ha podido ver boxear", apostilla. De hecho, sus cuatro últimos
combates han tenido lugar en Alemania, Dinamarca, Argentina y
Kazajistán.
De su gran combate frente a Shumenov, al que ganó por puntos en su
guarida, no se ha podido ver nada. Los kazajos no le han enviado la
grabación "del cabreo que tenían".
Bolsa.
También pusieron dificultades para desbloquear la bolsa que le
correspondía al madrileño. Con el arreglo de la revancha, todo se ha
solucionado. "No era a quien pensaba enfrentarme, pero me abre las
puertas de EE UU y me ofrece más confianza que repetir en otro país,
porque sé que allí no nos van a robar. Es un trampolín, sobre todo
porque espero que lo dé alguna televisión, y ojalá me permita boxear
luego con grandes campeones americanos como Roy Jones jr. o Antonio
Traver".
Campillo, que llegó a comenzar la carrera de Periodismo, ya sólo
piensa en esas oportunidades, que le cambiarían también la vida.
"¿Quién me iba a decir esto hace unos años, cuando cobraba 1.500 euros
por combate? ¡Ahora, por fin, puedo buscar ya un piso para comprármelo!
Pero en Vallecas. Nada de La Moraleja, ¡eh?".