La selección española es, por juego, la mejor del mundo. Luego veremos lo que dicen los resultados en el Mundial, pero nadie juega como España, que dirigida por Vicente del Bosque ha completado un pleno histórico en la fase de clasificación para Suráfrica 2010. Era el principal aliciente de este encuentro, ver si la Selección era capaz de conseguir diez victorias en otros tantos partidos. Cumplió con solvencia su objetivo, apoyándose en un juego brillante, rápido, interpretado a no más de dos toques, con dos genios como Iniesta y Silva como solistas de un grupo que sabe mover el balón como nadie y entre el que sobresalió Negredo, un delantero de brillante presente y al que se la augura un futuro luminoso. Y todo ello con un once inicial completamente diferente al que se midió a Armenia y en un campo en no muy buenas condiciones y que invitaba a los resbalones.
Es cierto que por momentos se gustó en exceso y descuidó la espalda, lo que obligó a Casillas, que ya suma 99 internacionalidades, a mostrar su mejor versión para frenar las numerosas acometidas de los bosnios. Aunque España sabe combinar a la perfección la estética en ataque con la sobriedad en defensa, en esta ocasión primó la belleza y se le agradece, dado que nada había en juego. Y nadie lo agradeció más que Negredo, quien tuvo a su disposición todo el potencial ofensivo de la Selección y lo aprovechó al máximo. El vallecano firmó dos goles, regaló dos asistencias, a Silva y Mata, y dio un gran paso para estar entre los elegidos por Del Bosque para el Mundial. En esta fase de clasificación Negredo suma dos tantos más que Torres, quien no se ha estrenado.
Con este triunfo la Selección iguala los plenos logrados por Brasil en la fase de clasificación para el Mundial de México '70 (seis victorias), por la República Federal de Alemania (RFA) en la clasificación para España '82 (ocho triunfos) y por Holanda en esta misma fase de clasificación para Suráfrica 2010 (también ocho). En los casos de Brasil y RFA se da la curiosidad de que las dos selecciones llegaron a la final del Mundial después de hacer pleno en la clasificación. Y aquel maravilloso Brasil de Pelé, la selección que mejor ha jugado en la historia, ganó el Mundial. De repetirse esta circunstancia, la final en Suráfrica la deberían disputar España y Holanda, pero, sinceramente, no creemos que los holandeses lleguen tan lejos. España continúa dando pequeños pasos para hacer historia. Primero fueron las rachas de victorias consecutivas y de partidos sin perder. Ahora llega este pleno. Además, la Selección sabe adornar cada logro con un envoltorio atractivo.
Lo mejor que se puede decir de España es que, después de cambiar su alineación de arriba abajo y de no jugarse más que el orgullo y ese récord apuntado antes, fue fiel a su estilo y que Del Bosque mantuvo ese esquema con sólo un delantero y cinco centrocampistas que tan bien le sienta a la Selección. Esta vez fue Negredo la referencia en ataque, con Silva en la derecha, Riera en la izquierda y Busquets, Xabi Alonso e Iniesta como trío en el primer escalón del centro del campo. Fue Busquets de lo más flojo de la Selección y perdió varios balones en situaciones comprometidas que complicaron a la defensa.
Así nació la primera ocasión de Bosnia, una oportunidad doble de Dzeko, primero, y Salihovic, después, que Casillas se encargó de dejar en nada. Brillantísima la segunda intervención del portero. Perdonó después Ibisevic, que tras eludir la salida de Iker remató fuera.
Superado el susto inicial surgió la figura de Iniesta, escoltado a la perfección por Silva, para inclinar de forma definitiva el partido a favor de España. A los doce minutos provocó una falta después de regatear a un rival pasándose el balón por la espalda. Xabi Alonso centró y Piqué, cuyo crecimiento como central parece no tener límite, se adelantó de cabeza para abrir el marcador. Sin apenas tiempo para el festejo, Negredo conectó entre líneas con Silva y el canario metió el balón entre las piernas del portero Supic para hacer el segundo. Es la diferencia entre tener a Casillas y no tenerlo. Los bosnios habían llegado dos veces y se encontraron con las manos prodigiosas de Iker. España convirtió en gol sus dos primeras ocasiones.
Se vio después un pase genial de Iniesta entre dos rivales a Riera, que tardó en rematar y permitió que Nadarevic despejara. Crecía el juego de España, pero también se vio a Casillas apareciendo a cada rato para desbaratar cualquier oportunidad de Bosnia. Especialmente brillante fue la que le hizo a Salihovic a una mano cerca del descanso.
Después de salir de los vestuarios, el guión no cambió y la Selección siguió gustándose, tocando con precisión, paciencia y criterio, buscando los espacios que les llevaran camino del gol. Los bosnios lo siguieron intentando, pero el fútbol y los goles eran de España.
Un pase entre líneas de Iniesta dentro del área fue continuado por otro de Silva hacia el punto de penalti, donde se revolvió Negredo para estrenarse como goleador con la Selección. Habían transcurrido sólo cinco minutos del segundo tiempo y cinco después el delantero del Sevilla logró el segundo de su cuenta, resolviendo con la rodilla un pase de Riera.
De ahí al final siguió luciéndose España y nunca renunciaron los bosnios a batir a Casillas. Su recompensa les llegó ya en el tiempo añadido, después de que Mata marcara el quinto de la Selección. Dzeko y Misimovic salvaron el honor de Bosnia, que cumplió el objetivo con el que inició esta fase de clasificación y disputará la repesca.
No se olvidó Del Bosque de administrar minutos y retiró a Iniesta, Piqué y Silva para dar entrada a Senna, Ramos y Mata. No estaba el panorama para herir susceptibilidades y el partido tampoco lo exigía. Lo peor fue la lesión de Capdevila, que se golpeó en las costillas y no pudo acabar el encuentro.